Adrián Olivera Tetling tiene 30 años, es NyC (Nacido y Criado en Santa Cruz) y hace menos de un año comenzó su transición hacia el género masculino.

 

 

“Empecé a trabajar a los 16, ya me daba vergüenza pedirle plata a mi papá para comprar mis cosas. Un día que salía de la escuela, vi que necesitaban empleada en un hotel, pasé a ver y me lo dieron”, recuerda en diálogo con La Opinión Austral.

 

 

“Mi experiencia laboral siempre fue en el cuidado de niños o limpieza, todo fue antes de cambiar de género, ya estaba de limpieza en una casa y sigo ahí hace dos años y medio, por suerte no tienen drama con nada”, expone.

 

Sólo promesas

En estas elecciones, ¿qué candidato o candidata les habló al colectivo de las personas trans?, ¿acaso saben qué necesitan?

 

 

Encontrar la voz de hombres o mujeres trans no es sencillo y ante la pregunta, la negativa aparece de manera educada, pero consistente y contiene desilusión, muchas promesas sólo para hacer política, después, en los cuatro años, nadie se acuerda del colectivo trans.

 

 

Por su parte, Adrián responde que “hacer, siempre se puede hacer algo, el tema es que lo hagan, ¿no?” y sobre lo que esperan sostiene “que nos den trabajo, cuesta conseguir trabajo siendo trans, creo que a las chicas les cuesta más, la sociedad es una m?, todavía hay mucha discriminación en todos lados y más con las chicas trans, a nosotros no nos pasa tanto, al menos a mí no me pasó que me discriminaran, fueron pocas veces. Por eso digo que necesitamos más trabajo, así dejan de tener que recurrir a la prostitución, donde están expuestas a que les pasen muchas cosas, todos nos merecemos un buen trabajo, porque somos personas, ¿no?”.

 

Por otra parte, destaca la importancia del consultorio inclusivo, que “es muy bueno, hay que destacar que hay muy buenos profesionales, deberían poner más psicólogos, ya que ahora sólo está trabajando una sola y cuesta conseguir turnos, pero por lo demás no hay quejas, hasta tenemos un muy buen psiquiatra y ahora que consiguieron el cirujano plástico, ya podemos recurrir a todo lo que necesitamos, teniendo o no obra social”. Añade además “creo que se debería tener un consultorio inclusivo en más localidades, para todos esos chicxs que no pueden viajar y acceder a todo esto”.

 

 

“Somos muchos los que necesitamos un buen trabajo, de lo que sea, pero algo seguro y que nos alcance para poder pagar un alquiler, cuentas y vivir”, cierra.

EN ESTA NOTA LGBTIQ+ trans

Leé más notas de Belén Manquepi Gómez