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Este miércoles al mediodía, todos los ojos de Río Gallegos estarán puestos en la Cámara Oral de nuestra ciudad. Cerca de esa hora, bajo un fuerte operativo policial, el tribunal dará a conocer la sentencia contra un ex inspector de Tránsito Municipal acusado de quitarle la vida a un mecánico en un incidente vial que se podría haber evitado.

La causa tiene como víctima a Rodrigo “Cokito” Oyarzo, un hombre de 30 años que falleció por un “latigazo” en la cabeza cuando su auto fue embestido por una camioneta oficial del Municipio en la madrugada del 5 de marzo del año pasado, en plena zona céntrica de nuestra ciudad capital.

El caso de “Cokito” ha generado estupor en la comunidad, señalando a la Dirección de Tránsito Municipal como un área que en el pasado provocaba persecuciones que derivaron en este incidente fatal. “Era como sacarle el seguro a una granada y pasársela de mano en mano hasta que a alguien le explotó”, indicó un ex inspector de Tránsito a este periodista, reflexionando sobre el hecho.

Jorge Vera, en la audiencia de alegatos.

Por la causa, está detenido con prisión preventiva Jorge Vera, un hombre de 45 años, nacido y criado en Río Gallegos, con ocho años de experiencia como inspector de Tránsito en horario nocturno. Se encuentra tras las rejas desde la mañana del suceso.

Vera estuvo primero en la Comisaría Primera, luego fue trasladado a la casa de preegreso en la calle Marcelino Álvarez, y actualmente espera su condena en la Unidad Penitenciaria N°2. Allí se encuentra detenido, por ejemplo, Esteban González, imputado por un delito similar que ocurrió en la madrugada del 31 de diciembre pasado, cuando participó en una picada por la autovía 17 de Octubre y terminó embistiendo y matando a Brianna Matulich, una adolescente de 17 años.

A mediados de septiembre comenzó el debate contra Vera. El tribunal estuvo conformado por Jorge Yance como presidente, María Alejandra Vila como vocal titular y Marcelo Bersanelli como vocal subrogante ante la ausencia con aviso por licencia de Joaquín Cabral. Durante cuatro jornadas, los jueces escucharon al acusado, testigos, familiares y peritos que trabajaron en el caso.

Alejandro Oyarzo, hermano mayor de Rodrigo, y su esposa Paola Stout pidieron justicia en la audiencia de este lunes.
FOTOS: LEANDRO FRANCO/LA OPINIÓN AUSTRAL

El proceso incluyó a la fiscal de Cámara, Verónica Zuvic, quien estuvo acompañada por Andrea Pérez y Florencia Ampuero como adjuntas, Matías Solano y Karen Cader como querellantes, y Jesús María Moroso como defensor. Él contó con el asesoramiento de Sergio Macagno y Héctor Rippa.

Vera afronta una dura pena de 20 años de prisión, solicitada por Matías Solano en su alegato. También existe la posibilidad de que el tribunal se incline por los 10 años pedidos por la fiscalía, manteniendo la carátula de “homicidio simple con dolo eventual en concurso ideal con lesiones graves con dolo eventual“, o que los jueces consideren el cambio del encuadre legal solicitado por Moroso, quien argumentó que se trató de un “homicidio culposo” y que su cliente debería ser condenado a 3 años de prisión en suspenso.

Se espera que, minutos antes del mediodía, tanto familiares de “Cokito” como de Vera se acerquen a las instalaciones del Poder Judicial en la calle Malaspina al 41 para conocer la sentencia. Además, un equipo de La Opinión Austral transmitirá la audiencia desde el lugar.

Paola Stout sosteniendo la bandera que, el miércoles, le había mostrado a Vera en la cara. (FOTO: LEANDRO FRANCO/LA OPINIÓN AUSTRAL)

En la primera jornada de juicio, Vera dio su versión de los hechos por primera vez. Cabe recordar que durante la instrucción se había negado a declarar en dos oportunidades: primero, el día después del suceso, y luego cuando finalmente cambiaron la carátula con el mismo plexo probatorio en su contra.

En el juicio, el ahora ex inspector de Tránsito indicó: “Hice todo lo posible para no colisionarlo, tirándome hacia la izquierda y pisando el freno lo que más pude, para tratar en todo momento de evitar la colisión”. También pidió perdón, tanto ese día como en la jornada siguiente a los alegatos y pedidos de pena. En ese sentido, se manifestó: “Decirle a la familia lo que dije la primera vez: perdón. Mirarles a la cara y decirles perdón, porque no fue mi intención matarlo, fue un accidente. Algo que nunca quise que pasara. Lo siento mucho”. Enseguida, desde la familia le respondieron: “No fue un accidente. Que te perdone Dios“.

“Mi hermano no fue un asesino, esa es la gran diferencia. Pese a que iba borracho y a todo lo que dijeron, él no mató a nadie”, aseveró la hermana del mecánico, casi entre lágrimas.

(FOTO: LA OPINIÓN AUSTRAL)

Fue un momento tenso en la sala de juicio cuando Vera insistió: “Fue un accidente. Mil perdones. Esta carga la llevaré hasta el día que me muera”. Pero los familiares y amigos de Rodrigo Oyarzo no quieren saber nada de sus disculpas. No lo perdonan y sufren la ausencia de su ser querido desde aquella madrugada del 5 de marzo de 2023. Quizás este mediodía también sea una jornada igual o más tensa, cuando las partes involucradas, los seres queridos de la víctima y el victimario, y gran parte de la comunidad esperen conocer la sentencia contra Vera.

En la previa, Solano y Moroso compartieron sus sensaciones ante el fallo. El primero indicó a LU12 AM680 que “Vera es un chofer profesional con licencia habilitante, lo cual implica que debería tener un mayor conocimiento de las normas de tránsito y de los riesgos asociados a su incumplimiento. Vera actuó con conocimiento del peligro que representaba para los demás, lo que derivó en la muerte de Rodrigo Oyarzo”, mientras que el segundo expresó que “desde lo jurídico, respecto de las responsabilidades concurrentes, se rompe el nexo causal, lo que atenúa la responsabilidad del imputado, en este caso de Vera”.

Así quedaron los vehículos tras el fuerte impacto. (FOTO: LEANDRO FRANCO/LA OPINIÓN AUSTRAL)

Lo cierto es que este mediodía se conocerá el fallo de primera instancia contra el inspector y, posiblemente, la familia que “Cokito” pueda cerrar un triste capítulo en sus vidas; recordando que, durante el debate de valoración de pruebas, todos coincidieron que la pérdida de su ser querido los ha afectado hasta el día de hoy dejándoles secuelas con las que tienen que lidiar

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