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En el epicie del dolor y la impotencia se encuentra Juan Domingo Gelves, un vecino de Río Gallegos que lucha contra la burocracia y la inacción de la justicia mientras ve cómo su casa, fruto de años de espera y esfuerzo, es habitada impunemente por intrusos. Su caso, lejos de ser un hecho aislado, es un síntoma de una conflictividad social creciente y una impunidad que, según los propios protagonistas, “parece moneda corriente”
Cuando Juan Domingo, que actualmente vive de alquiler, se acercó a su propiedad emplazada en la calle Zenaida Vidal al 430, encontró que las cerraduras habían sido violentadas y cambiadas. Dentro, se topó con una señora y un señor. Su intento de diálogo fue infructuoso. Al decirles que la casa era suya y que los denunciaría, la respuesta fue tajante: “me dicen que haga lo que quiera”. Según sus observaciones y lo que pudo averiguar, fueron al menos cuatro personas las que ingresaron violentamente. Las dos personas que lo enfrentaron tendrían entre 35 y 40 años, indicó en declaraciones a LU12 AM680 cuando dio a conocer la situación, tras la publicación de laopinionaustral.com.ar.


El verdadero punto de inflexión en este relato es la percibida inacción de la justicia. Juan Domingo ha presentado exposiciones ante el juez Fernando Zanetta y en la Comisaría Tercera. Actualmente, Yamila Borquez, flamante jueza del Juzgado de Instrucción N°2 desde hace apenas una semana, junto a la secretaria Gabriela Barrientos, son quienes tienen el expediente en sus manos. Sin embargo, la respuesta que recibe es constante: “Sí, estamos trabajando. Estamos trabajando” dijo Juan Domingo.
Gelves argumentó que, si realmente hubiera menores viviendo allí, se debería considerar el “interés superior del niño”. “¿Ninguno se da cuenta que ahí no hay calefacción, no hay agua caliente, que no hay un lavamanos?”, cuestionó el vecino. Por ello, solicitó que “se haga un informe socioambiental dentro de la vivienda para determinar si los menores pueden estar ahí adentro”. Quiero que tengan criterio y sentido sentido común: si las condiciones no son las adecuadas, ¿dónde está Niñez? Y, si los niños no están de forma permanente, ¿por qué se usa esto como excusa para no actuar contra un delito flagrante? “No digan, no usen como un pretexto”, concluyó.
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