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En la localidad de Río Turbio aún resuena con el eco de una pérdida que enluta a toda una comunidad. Belén Arce se quitó la vida el pasado 19 de diciembre tras una serie de hostigamientos por parte de su expareja y, según denunció su padre, Carlos, luego de haber sido apartada de sus hijos por una cuestionada decisión judicial. A casi tres meses de aquel fatídico día, la búsqueda de justicia por parte de su familia parece chocar contra un muro de silencio e inacción que genera profunda indignación y frustración.

LU12 AM680, dio voz a Carlos, quien expresó su angustia y la falta de avances significativos en la causa que busca esclarecer las responsabilidades en la muerte de su hija. Con la voz quebrada por el dolor, Arce relató que, a pesar del tiempo transcurrido, la justicia no ha brindado ningún tipo de respuesta, ni siquiera permitiéndoles acceder al expediente de la causa o establecer un régimen de vinculación con sus nietos, a quienes no ven desde hace casi un año.

“Es triste, ¿no? Porque ya unos días más van a ser 3 meses de la decisión que tomó mi hija el 19 de diciembre. Hasta el día de hoy no hemos tenido novedades. Hoy(por este viernes) en el transcurso de la tarde, me volví a juntar de nuevo con los abogados. El lunes vamos a volver a insistir y hacer nuestras presentaciones, pero la realidad que por, parte de la justicia, no tuvimos ni siquiera un llamado, ni siquiera acceso a los expedientes, ni siquiera este el régimen de vinculación con con nuestros nietos, que no lo hemos podido ver desde hace muchísimo tiempo. En cuanto a la causa de mi hija hay silencio“, lamentó Arce durante la entrevista.

Según Carlos su hija había iniciado un expediente por violencia contra su expareja, donde existían pruebas contundentes de su peligrosidad, incluyendo una pericia psicológica que advertía sobre altos índices de violencia y narcisismo. Sin embargo, denunció con vehemencia que “una justicia que fue cómplice de una parte conocida de ellos (por la ex pareja de la joven que se suicidó y de sus familiares)” apartó a Belén de sus hijos y se los entregó al padre, ignorando las evidencias de violencia

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