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La histórica nevada del ’95 en Santa Cruz fue un evento climático excepcional e histórico que dejó una profunda marca en la memoria de los habitantes de la provincia. Ocurrida a finales de julio de ese año, más precisamente entre la noche del 26 y durante el 27 de julio de 1995, la intensa nevada que cubrió de blanco la capital, Río Gallegos, y gran parte de la región, generando un caos y una situación de emergencia sin precedentes.

A pesar de las dificultades que generó, la nevada del 95 se ha convertido en un hito histórico para los santacruceños. Se recuerda como un evento extraordinario que marcó un antes y un después en la vida de la provincia. Hoy en día, se habla de ella como una anécdota, pero también como un recordatorio de la importancia de estar preparados para enfrentar eventos climáticos extremos.

A 29 años de la histórica nevada, Ricardo Lesa, quien trabaja como camarógrafo en Canal 9 de Santa Cruz, recordó aquellos días en diálogo con Radio LU12 AM680 y contó las situaciones que le tocó registrar con el lente de su cámara.

“En aquella época no teníamos los celulares, entonces las únicas imágenes que se podrían registrar y por lo menos para dar a conocer a la población era la que lográbamos nosotros. Me tocó trabajar en el helicóptero para registrar todos los rescates que se realizaban en las estancias y recuerdo que uno de los primeros vuelos que hicimos hacia Río Turbio a rescatar a una señora que estaba embarazada. No podíamos bajar ni del helicóptero, se enterraban la nieve, buscaban algún lugar hasta que logramos más o menos encontrar. El piloto que era un genio, un maestro, logró estabilizar el helicóptero para poder sacar a la señora”, recordó

En ese sentido, agregó: “Otra historia  que también fue magnífica. Resulta que Vialidad estaba con un camión volcador sobre la Ruta 40 y se habían quedado. Para sobrevivir y calentarse tuvieron que quemar una rueda de auxilio y con eso se calefaccionaron una noche para que no se tape el camión totalmente en nieve claro y que ellos no se escarchen“.

“Hubo un despliegue de todo lo que había a mano, la Policía, la Fuerza Aérea, Ejército, Defensa Civil y  el rol de los medios, porque en aquella época no había la facilidad de hoy tener un celular y registrar imágenes. Lo único era la radio que transmitían y el canal. Me acuerdo que ese día fui al canal y no volví por cuatro días a mi casa”, sostuvo.

En este marco, los oyentes de Radio LU12 AM680 de Río Gallegos que vivieron aquel impresionante suceso, contaron su experiencia y brindaron detalles de aquellos gélidos días en Santa Cruz.

En primer lugar, Juan Franco, quien se encontraba trabajando en un yacimiento petrolero en aquella época, contó: “Estábamos perforando en la zona de Esperanza y como no teníamos lugar en el equipo de perforación para dormir, a la noche íbamos a dormir al hotel de la Esperanza. Recuerdo que nos levantamos a las 7 de la mañana y nos encontramos que estaba todo blanco afuera, todo tapado por nieve y no podíamos salir con la camioneta, teníamos que ir hasta el equipo y quedarnos ahí a esperar que se empezara a aclarar para ver cómo estaba el panorama”.

Y continuó su relato: “Tuvimos que apoderarnos de un camión Unimog que pertenecía a una empresa, por suerte estaban las llaves y pudimos arrancar ese vehículo para poder trasladarnos hasta el equipo de perforación y poder llevar aunque sea mercadería y algunas cosas a los muchachos. Con vehículos livianos no podíamos transitar. Fue una odisea que con el correr del tiempo resultó ser anecdótico, porque de la cantidad de nieve que había, era todo un manto blanco, tenías que adivinar por donde estaban las rutas”

Por su parte, una vecina de Río Gallegos también recordó aquellos días en las calles de la capital provincial.

“Yo trabajaba en el supermercado El Sol, en la calle Mariano Moreno, y esa mañana me levanté, quise salir en el coche, fue imposible. Llamaba a taxis, remises, nadie me contestaba. Todavía no me imaginaba, o sea, no caía, la cantidad de nieve que había y que nadie podía andar, no era que solamente mi coche no podía salir. Así que a la mañana no fui a trabajar, y a la tarde lo hice caminando, y fueron unos cuantos días iba caminando, volvía caminando. Fue algo inolvidable“, relató la mujer.

Por su parte, Carlos, remisero de Río Gallegos, también comentó cómo fue su experiencia en aquel evento histórico.

“Mi nene tenía 4 años y yo tendría unos 32 por ahí. Salimos afuera y la nieve estaba a la altura de la ventana, a mitad de la puerta de la casa de mi suegra en ese momento. Para ir a trabajar teníamos que ir pateando nieve, porque llegaba a la altura de la rodilla y yo mido 1.82. Me iba a trabajar, no faltaba porque como estaba en la parte privada para que no me descontaran me iba caminando y tenia como 5 o 6 cuadras”, explicó.

“En un momento la municipalidad hizo una montaña, ahí en la San Martín y Kirchner, medía como 8 metros de altura la montaña, y los chicos jugaban con la nieve. Se pasó el temporal, hoy mi hijo va a cumplir 34, y yo 60 años”, concluyó el vecino.

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