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Juan “Chili” Obando, hasta ahora director de Cáritas Santa Cruz y Tierra del Fuego, comunicó públicamente su decisión de dejar el cargo tras cinco años de gestión. La noticia fue confirmada a través de una carta abierta, cargada de gratitud, reflexión y memoria sobre el camino recorrido. Su salida se da en un momento de búsqueda personal: nuevas metas laborales y la reciente experiencia de ser padre lo llevan a redibujar su vocación.
El nombre de Juan Obando trascendió fronteras en abril de este año, cuando, tras la muerte del Papa Francisco, escribió una carta titulada “Te odio, Francisco”, que se volvió viral y conmovió a miles de fieles y no creyentes por igual. Ese texto marcó un antes y un después en su perfil público, posicionándolo como una de las voces más honestas y emotivas dentro del ámbito eclesial.


Con el cierre de esta etapa, se abre una nueva. Obando no adelantó cuál será su próximo rol, pero sí reafirmó su vocación de servicio y su deseo de seguir apostando por una Iglesia cercana, abierta y profundamente humana. Con una voz que combina compromiso social, mirada espiritual y sensibilidad popular, “Chili” Obando se retiró de un cargo, pero no de una causa. En tiempos de urgencias y dolores profundos, su mensaje sigue siendo una provocación: “Que las parroquias quiten las puertas, para que nadie tenga que golpear. Para que el que llegue, entre”.
“La Cáritas que eligió embarrarse”
Durante su gestión, Obando fue protagonista de una profunda transformación dentro de Cáritas Diocesana. “Nos tocó cambiar la mirada”, escribió al anunciar su partida. Su trabajo fue mucho más que la asistencia tradicional: promovió una Cáritas “más humana, más samaritana”, como él mismo definió. Bajo su liderazgo, la institución no solo entregó ayuda material, sino que tejió redes comunitarias, acompañó duelos, organizó talleres en cárceles y atendió las urgencias sociales con una sensibilidad inusual en estructuras formales.
Desde becas educativas hasta asistencia para situaciones de calle, pasando por trámites de documentación, comedores, reformas habitacionales y acciones en plena crisis climática, la organización que lideró Obando se convirtió en una usina de cercanía, escucha y presencia concreta. “Estuvimos donde había que estar”, resumió en su carta.
Reconocimiento y legado
Uno de los aspectos que más resalta en su despedida es el reconocimiento a los medios de comunicación. Agradeció a quienes dieron visibilidad a las acciones de Cáritas en el sur del país y contribuyeron a amplificar voces que de otro modo habrían quedado silenciadas. Su agradecimiento va de la mano con una mirada crítica y autocrítica sobre la Iglesia y la estructura institucional: “Nos tocó revisar el pasado para construir un futuro distinto”.
“No me despido del compromiso”
Juan Obando, ex director de Cáritas en Río Gallegos
A pesar de dejar formalmente su cargo, Obando dejó en claro que su compromiso con los sectores más postergados no termina. “Cuando uno ha visto tanto dolor, tanta esperanza y tanta dignidad, no puede volver a dormir igual”, expresó con contundencia. Su alejamiento de Cáritas, según explica, no implica abandonar el servicio, sino reconfigurarlo desde otros espacios.
En diálogo con La Opinión Austral, fuentes cercanas aseguran que su salida no responde a diferencias internas, sino a un proceso personal de cierre de ciclo. “Chili” continúa siendo una referencia indiscutida en los barrios, en las comunidades religiosas y en los espacios donde el Evangelio se vive como opción por los pobres.
El impacto de “Te odio, Francisco”
El nombre de Obando comenzó a sonar con fuerza en abril pasado, cuando escribió la ya célebre carta “Te odio, Francisco”, tras el fallecimiento del Papa. Lejos de ser un reproche, el texto fue un homenaje profundamente sentido, donde expresó la contradicción emocional ante la partida de quien transformó su forma de vivir la fe.
Obando describió al pontífice como un “escándalo de Evangelio”, un líder que desarmaba desde la ternura y desinstalaba desde la acción. Su carta fue compartida más de 18 mil veces en redes sociales y traducida en distintos foros religiosos, destacando por su originalidad, su estilo directo y su profundidad espiritual.
Francisco, el Papa que lo inspiró
A lo largo de los años, Obando tuvo contacto epistolar y telefónico con Jorge Mario Bergoglio. Compartió que al principio pensó que las llamadas eran una broma: “Llamaba de un número desconocido, entonces no sabías si era el Papa o si te ofrecían cambiarte de compañía telefónica”, recordó con humor en una entrevista con LU12 AM680.
Fue Francisco quien inspiró muchas de las decisiones que tomó en Cáritas. Su modo de vivir el Evangelio, centrado en los márgenes y no en las cúpulas, marcó profundamente la orientación pastoral que impulsó en el sur del país.
Un nuevo camino, la misma causa
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