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La solidaridad volvió a hacerse presente en Río Gallegos. María Luján, una nena de tres años que había perdido sus anteojos recetados, finalmente recibió un nuevo par gracias al gesto desinteresado de un vecino que prefirió mantenerse en el anonimato.

El pasado 22 de mayo, María Luján caminaba junto a su mamá, Antonela Romero, por los barrios Marina y Belgrano cuando perdió sus lentes. Estos anteojos eran fundamentales para su tratamiento de astigmatismo, inmadurez ocular y una leve desviación, con graduaciones de 2,50 en el ojo derecho y 6,50 en el izquierdo.

La familia no estaba en condiciones económicas de comprar otro par, por lo que Antonela decidió pedir ayuda en redes sociales para encontrarlos. La historia conmovió a muchos, y aunque los lentes no aparecieron, el dueño de una óptica local que vio la noticia en La Opinión Austral, se contactó con ella y ofreció regalarle los anteojos nuevos a la pequeña.

“Está muy contenta y decía ‘mamá, papá, veo a toda la gente’”, contó Antonela a este medio luego de recibir los lentes nuevos, que llegaron desde Buenos Aires en solo dos semanas. La madre no ocultó su agradecimiento: “Estoy contenta con este señor, el Ángel de Luján. Dios lo puso en nuestro camino y lo bendecimos mucho, es una gran persona”.

Mientras llegaban los lentes nuevos, la nena estuvo usando su primer par que tenía desde bebé.

Hasta que llegaron los nuevos lentes, la pequeña usó los anteojos de bebé, muy rayados por el uso constante. Para costear los anteojos anteriores, la familia había organizado una rifa. Esta vez, la solidaridad de un vecino les permitió seguir adelante sin tener que preocuparse por el costo.

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