Una vecina de Río Gallegos resultó gravemente herida este domingo tras ser atacada por un perro raza pitbull en la Reserva Costera Urbana, cerca del predio de la UNPA. La víctima, Viviana Velásquez, es licenciada en Enfermería y trabaja en el Hospital Regional local. Su pareja, Héctor Vargas, relató los dramáticos momentos a La Opinión Austral y criticó la falta de respuesta municipal.
“Se había organizado para salir a entrenar, no llegaba nadie y salió. Vio una trafic blanca a lo lejos, siguió y de golpe, vio que venía algo. El perro le agarró el brazo. El dueño llegó y lo sacó”, contó Vargas y detalló que pasaron aproximadamente 200 metros hasta que el propietario logró controlar al animal. “El brazo quedó destruido”, agregó.
Viviana fue trasladada de urgencia al hospital. El parte médico indicó que debieron colocarle dos clavos: uno para sostener el tendón y otro el hueso. Deberá mantener el brazo inmovilizado durante un mes y se someterá a nuevas evaluaciones.
Vargas también cuestionó al municipio: “Después de todo lo que se publicó, no hay nadie de la Municipalidad que se comunique con nosotros. Ese perro fue entregado en tenencia responsable. Deberían revisar sus registros y contactar al adoptante para saber qué pasó”.
En ese sentido, LU12 AM680 Radio Río Gallegos con Diana Chicuy, responsable del área de Control Animal de la Municipalidad de Río Gallegos, quien expresó su solidaridad con la familia afectada y aclaró que hasta el momento no existe registro oficial de que el animal involucrado haya sido entregado desde el área municipal. “Se dijo en redes que fue dado en adopción desde control animal, pero hasta ahora no tenemos ninguna denuncia formal ni datos concretos del perro en cuestión”, aseguró.
“Hasta el momento no tenemos registro ni denuncia oficial que nos permita identificar a ese animal como uno entregado por nuestro programa de adopción. Estamos a disposición de la familia y aguardamos que nos acerquen la documentación para intervenir”.
La funcionaria detalló que, en casos de mordedura, existe un protocolo formal: la denuncia policial o judicial, un certificado médico que acredite la lesión, y datos del posible domicilio del animal. Con esa información, el área puede accionar, iniciar un control antirrábico del perro y aplicar infracciones correspondientes.
Chicuy también defendió la política local de adopción de animales, incluso de razas potencialmente peligrosas: “Trabajamos en la rehabilitación, socialización y evaluación de cada animal. Solo se entregan en adopción tras verificar que el entorno familiar es el adecuado y luego hacemos seguimiento en el tiempo”.
La funcionaria reiteró que la ordenanza 8426 establece normas claras sobre tenencia responsable: “Los perros deben salir con correa, collar, bosal y acompañados por un adulto. En el caso de razas peligrosas, también se exige un seguro de responsabilidad civil y se restringe el horario de paseo entre las 23 y las 7 de la mañana”.
En cuanto a la prevención, el quirófano móvil del municipio continúa brindando servicios gratuitos en los barrios de la ciudad, como castraciones, vacunación antirrábica y tratamientos antiparasitarios. Actualmente se encuentra en la Iglesia Inmaculada, ubicada en José Ingenieros y Posadas, de lunes a jueves de 14 a 16 horas.
“Entendemos el dolor y la indignación de la familia, por eso necesitamos que se acerquen para activar los mecanismos que la ordenanza nos permite. Somos los primeros interesados en que se respete la tenencia responsable y en que ningún vecino más sufra una situación así”, expresó Chicuy.
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