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El significativo ausentismo del 54% de los votantes en la última elección no es un fenómeno aislado, sino un “hartazgo de la clase política” y un “desencanto” que atraviesa a la sociedad, incluso entre quienes votaron al actual presidente.
Así lo analizó Diego Robles, jefe de Gabinete de la Municipalidad de Río Gallegos, en una entrevista con LU12 AM680, donde también se refirió a los desafíos del peronismo y el complejo escenario político y económico que se avecina.
El “hartazgo” con la clase política
Explicó que el alto porcentaje de ciudadanos que no eligió a ningún candidato se debe a un hartazgo generalizado con la clase política. Esto incluye un desencanto entre votantes de Javier Milei, a quienes “muchos les dijo o entendieron mal” sobre las promesas de “liquidar la casta“.
Robles instó a los votantes a asumir su responsabilidad en las decisiones electorales.
“Los jubilados no son casta, los estudiantes universitarios no son casta, los hemofílicos no son casta, que le estás sacando un subsidio. Los científicos no son casta, los discapacitados. A ver, esa falta de empatía”, sentenció Robles, criticando duramente la visión del gobierno.
Instó a los votantes a asumir su responsabilidad en las decisiones electorales, cuestionando la “cuestión pasional” que llevó a votar sin un análisis profundo. Remarcó que la vieja lógica partidaria de “peronistas siempre votan peronistas, radicales a los radicales, esto se ha roto, dando paso a estos emergentes” y exigiendo una nueva lectura de las elecciones.
Según Robles, el ausentismo de la última elección “representa ese hartazgo por todo el sistema“, del cual Milei, que llegó como opositor, “hoy es parte del sistema”, más allá de su discurso.
El desafío del peronismo
Frente a este escenario, enfatizó que el peronismo debe dar un “mensaje claro a la sociedad de que entendimos qué es lo que pasó, por qué no hay un peronista sentado en la casa de gobierno”. El gran desafío es “demostrar que tenemos más allá de ser oposición, dar ese salto de que la gente te vea no solamente como oposición a lo que está, sino como alternativa, que son dos cosas distintas”.
Distinguir entre “oponerse por oponer” y “proponer un futuro diferente” es clave. “Creo que tenemos que dar ese salto. Y creo que el peronismo tiene que decidirse de Ramón Santos para abajo“, señaló, haciendo un llamado a la unidad y la renovación.
Robles defendió al peronismo como un “movimiento mucho más grande que un partido” y que “cualquier nombre, hasta el de Perón”. Recordó la capacidad histórica del peronismo para adaptarse a los escenarios, mencionando las renovaciones que surgieron tras la vuelta de la democracia (Menem y Cafiero) y luego el kirchnerismo tras el colapso de 2001.
Pidió votar desde un análisis de la actualidad y dejar de lado el “voto bronca”.
El jefe de Gabinete se refirió a la situación judicial de Cristina Kirchner, calificándola de “inédita” y sugiriendo que la historia deberá revisar “por qué la justicia tuvo un comportamiento totalmente opuesto al comportamiento de la propia justicia en otros casos similares”. En este contexto, mencionó la visita del presidente de Brasil, Lula, a la Argentina, quien “te pide permiso para ir a visitar a Cristina a la casa. Antes que ir a verlo a Milei”.
Para Robles, la persecución a Cristina Kirchner no significa el fin del kirchnerismo o el peronismo, sino todo lo contrario. “Me parece que esas cosas hasta te sirven para solucionar las internas que por ahí son de matices, ¿viste? O personales o no, porque con este, ¿no? Pues sí, bueno, muchachos, miren, lo que le hicieron a Cristina, te pensás que a vos te van a hacer menos. Vienen por todo estos muchachos”, advirtió.
Considera que es el momento de que el peronismo “esté junto” y con “los brazos abiertos para tratar de, como siempre hizo el peronismo, convocar a todos, a todos y tratar de tener la mayor representatividad posible”.
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