Your browser doesn’t support HTML5 audio

La crisis económica que atraviesa el sector pesquero en Argentina no solo afecta la rentabilidad y la continuidad de las empresas, sino que también pone en jaque la estabilidad de toda la cadena de pagos. Con deudas millonarias generadas por cheques rechazados y un escenario de incertidumbre, la industria enfrenta un escenario crítico que amenaza con colapsar si no se toman medidas urgentes.

Delicado estado financiero

La industria pesquera en Argentina atraviesa uno de sus momentos más difíciles en décadas. La combinación del tipo de cambio, inflación en dólares, elevada carga impositiva y permanentes derechos de exportación ha causado un impacto devastador en la rentabilidad de las empresas.

Como resultado, muchas firmas han visto reducida su capacidad operativa, con barcos parados, plantas cerradas y despidos masivos en un sector que alguna vez fue uno de los pilares de la economía regional. Sin embargo, uno de los aspectos menos visibles pero más alarmantes es la crisis en la cadena de pagos, que amenaza con desmoronarse por completo si la situación no se estabiliza.

Un relevamiento realizado a partir del sistema del Banco Central revela que, solo en una docena de empresas pesqueras, la deuda acumulada por cheques rechazados supera los 4.900 millones de pesos. La emisión de casi 800 cheques sin fondos en los últimos meses evidencia la gravedad de la situación financiera del sector.

Muchas firmas, en un intento por evitar mayor exposición ante los bancos, optan por no depositar estos cheques, lo que agrava aún más la crisis de liquidez y genera un efecto dominó en toda la cadena de valor.

Revista-Puerto-Mar-del-Plata-Crisis-pesquera-728x486
El corte de la cadena de pagos y la falta de materia prima derivó en el cierre de plantas procesadoras y la consecuente pérdida de puestos de trabajo.

Empresas no resisten la crisis

Entre las empresas más afectadas se encuentra “Gaveteco”, a través de su firma “Ocean Star SA”, que acumula una deuda de aproximadamente 1.423 millones de pesos en 147 cheques rechazados, emitidos por varias instituciones financieras. La situación de “Estrella” también es alarmante, ya que, tras haber obtenido autorización para reactivar su frigorífico en calle Valentini, enfrenta dificultades para obtener materia prima debido a su deteriorada situación financiera.

Otra firma en crisis es “Mirabella”, reconoció la intención de iniciar un proceso de concurso preventivo, enfrentando una deuda de más de 787 millones de pesos en 81 cheques rechazados. La incertidumbre sobre el futuro de sus bienes y la continuidad de sus operaciones refleja la gravedad del escenario.

Asimismo, “Fishing Ground MDQ”, presenta una deuda de más de 705 millones de pesos en 133 cheques sin fondos. La firma, vinculada a la adquisición de activos de empresas como “El Marisco” y “Taturiello”, se encuentra en una situación de alta vulnerabilidad. La lista continúa con “HG Mariscos SRL” y “SBG Fish SA”, ambas con deudas millonarias y una cadena de problemas que se extienden a sus proveedores, talleres navales y servicios asociados.

Los barcos siguen amarrados en puerto y la reactivación de los mismos es incierta.

El efecto cascada

El impacto de esta crisis en la cadena de pagos no se limita a las empresas pesqueras. Los cheques sin fondos utilizados en las operaciones diarias afectan a toda la cadena productiva, desde los armadores que no reciben pago por su captura hasta los proveedores de insumos, talleres y servicios navales.

La endosabilidad de estos cheques y su utilización como parte de pago profundizan la crisis, generando un efecto dominó que puede terminar por desmoronar todo el sistema.

En regiones clave como la Patagonia y Mar del Plata, la situación no es menos preocupante. En Chubut, la falta de actividad en la flota tangonera congeladora afectó a empresas como “Food Partners Patagonia”, que registra una deuda de aproximadamente 182 millones de pesos en 11 cheques rechazados.

En Mar del Plata, firmas como “Ostramar” enfrentan una deuda de 131,8 millones de pesos en 132 cheques rechazados, mientras que el frigorífico “M.Y.A Kalimar SA”, tiene una deuda de 362 millones de pesos en 112 cheques rechazados.

La zafra del langostino aún no tiene certeza de realizarse.

Futuro en riesgo

Este patrón de incumplimientos y deudas millonarias refleja un sector en crisis profunda, cuya recuperación parece lejana si no se abordan las causas estructurales que la generan.

La pérdida de rentabilidad, la reducción de la actividad, la falta de liquidez y el incumplimiento en los pagos amenazan con desintegrar toda la cadena productiva, poniendo en jaque miles de empleos y la sustentabilidad de una industria histórica para Argentina.

Acciones urgentes y políticas

El deterioro de la cadena de pagos en la industria pesquera argentina es una señal clara de que el sector requiere de políticas económicas y financieras que permitan estabilizar el mercado, reducir la carga impositiva y promover una recuperación real.

Sin una intervención concreta y efectiva, la crisis podría agravarse, poniendo en riesgo no solo a las empresas, sino a toda la economía regional y nacional vinculada a la pesca. La recuperación del sector pasa por gestionar y aliviar la crisis de liquidez, proteger los empleos y garantizar una cadena de valor sólida y sustentable para el futuro de la pesca argentina.

Leé más notas de La Opinión Austral

Ver comentarios