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Por Jorge Cicuttin

“Escuché que lo estás haciendo muy bien, estamos muy orgullosos de vos”.

Las palabras de Donald Trump en la reunión conservadora de este fin de semana sonaron como un bálsamo en los oídos presidenciales y en su comitiva más cercana.

“Hermoso momento”, fueron las dos palabras que utilizó el vocero presidencial Manuel Adorni en las redes, al publicar las fotos del encuentro entre Javier Milei y su par de Estados Unidos.

Después de lo que muchos consideran la peor semana de gobierno para Javier Milei, mucho estaba jugado en el viaje a Washington y a una “bendición” de Trump. Y no solo desde lo simbólico, la apuesta es que el mandatario norteamericano juegue un rol crucial en el ingreso de dólares que tanto necesita el gobierno argentino de aquí a las elecciones legislativas.

Trump respaldó a Milei durante su discurso en la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), y que continuó en el breve encuentro posterior, pese a que no se logró la reunión en la Casa Blanca que pretendía -hubo una invitación “para los próximos meses”-, sus palabras fueron centrales en medio de una negociación con el Fondo Monetario que se dilata demasiado.

Más después del encuentro de Milei con la titular del Fondo Monetario, Kristalina Georgieva, que no arrojó novedades sobre el préstamo de al menos 15 mil millones de dólares como parte del nuevo acuerdo.

“Recibí al Presidente Javier Milei en el FMI para hablar sobre el plan de estabilización y crecimiento de Argentina, que está dando resultados significativos. Nuestros equipos siguen trabajando de manera constructiva en pos de un nuevo programa con el FMI”, posteó Georgieva tras el encuentro. Poco.

En el equipo económico que conduce Toto Caputo esperan que el respaldo público de Trump ayude frente al FMI que sigue exigiendo que el gobierno unifique el tipo de cambio y devalúe antes de girarle nuevos fondos.

Para peor, en medio de las turbulencias por el escándalo de $LIBRA, el poderoso e influyente JP Morgan reveló que el gobierno dilapidó casi 40.000 millones de dólares para pisar su cotización en el mercado local. El directorio del Fondo tiene claro que no va a darle un préstamo a la Argentina para que sea utilizado con ese fin, más allá de las necesidades electorales del oficialismo.

Milei dejó bien en claro que no hay una devaluación a la vista cuando en uno de los discursos volvió a pegarle, sin nombrarlo, al CEO de Techint, Paolo Rocca, a quien acusó de “sacar a su ejército de econochantas para pedir devaluación y desestabilizar”.

Esto suma tensión en el frente interno. Para peor, Milei quedó formalmente imputado por el fiscal Eduardo Taiano en la causa que investiga su presunta participación en el escándalo del criptogate. La investigación también alcanza a varios asesores del mandatario y a empresarios relacionados con la criptomoneda $LIBRA. Esto más allá de la investigación que abrió el Departamento de Justicia de los Estados Unidos y que es una fuerte preocupación para el gobierno.

Pese a todo, Milei se ocupó de mostrar que ratifica a su principal asesor, Santiago Caputo, y, obvio, a su hermana, Karina Milei, que fueron apuntados como protagonistas del escándalo cripto.

En lo político, Milei tuvo algunas señales positivas para su administración. Por un lado, las encuestas más recientes marcan que el golpe por el escándalo cripto pegó poco entre sus seguidores, quienes en una amplia mayoría mantienen su esperanza en Milei. Y por el otro, el Congreso volvió a demostrar que es una suerte de mercado persa en donde todo se negocia, se compra o se alquila, más allá de las ideologías e identidades partidarias. Entonces, si uno tiene el poder y la billetera, se puede torcer cualquier votación.

Así quedó demostrado cuando el gobierno pudo frustrar en el Senado el intento de la oposición de crear una comisión investigadora del tema cripto. Los detalles de senadores que dieron volteretas en el aire son tragicómicos.

Milei puede seguir utilizando las canalladas de la casta a su favor mientras en público las critica y asegura que llegó para terminarlas.

El gobierno arranca una semana en que hará control de daños en lo político, económico y judicial. Hasta ahora puede ir sonriendo porque recibió una mano del mercado persa que es el Congreso y está a la espera de que los gestos del amigo americano se conviertan en hechos y lleguen los dólares que se necesitan de manera urgente.

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