El presidente Javier Milei aseguró este jueves que, a poco de que su gobierno cumpla 90 días, su error fue “creer que podía negociar de buena fe con los gobernadores”. En referencia a la llamada Ley ómnibus, cuyo tratamiento en particular fracasó en febrero en Diputados, el Jefe de Estado dijo: “Me creyeron débil”.

En una entrevista con La Nación +, Milei señaló que “cuando empezamos a trabajar sobre ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, agregamos el capítulo 4 que tenía que ver con la cuestión fiscal para arreglar el problema de las provincias como consecuencia de lo hecho durante el gobierno anterior”.

En ese sentido, sostuvo que “planteamos eso para que las provincias se reequilibraran. Puse a disposición todo el equipo del Ministerio de Economía para que los ayudaran con el tema de deuda, y ellos, en lugar de tomarlo como algo de buena voluntad, creyeron que era un síntoma de debilidad”, recalcó.

“Les estábamos dando 1 punto al PBI para que reequilibraran las finanzas públicas y estaban buscando llevarse 2 puntos, hablaban de ir a déficit cero pero aumentando el gasto público”, recriminó y amplió: “Además, empezaron a tocar partidas que tenían implicancias sobre el diseño de la política fiscal que nos incrementaba el gasto público en 3 puntos del PBI”.

A propósito, afirmó que ello implicaba “un verdadero desastre y nos estaban empujando a la hiperinflación dada la situación que habíamos recibido. Como consecuencia, decidimos levantar el capítulo 4 y tal como dijo Caputo, el ministro de Economía, las provincias van a tener que ajustar”.

Seguidamente, expresó que “el círculo rojo sigue leyendo las cosas en blanco y negro, de manera incorrecta, creyeron que eso era una derrota para nosotros y nosotros dijimos que era una derrota para las provincias”. Asimismo, añadió que “si te fijas la situación fiscal en la que se encuentran hoy las provincias, el problema lo tienen verdaderamente ellas”.

Con respecto a la acusación que recibió por parte del gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, de cortar fondos para docentes y quitarle “45 días de clases a muchos estudiantes”, Milei aseveró que “eso es mentira porque el dinero es fungible”.

El presidente fue aún más crítico con Kicillof al afirmar que “en lugar de gastar en aparato de propaganda para ensuciar al Gobierno nacional, podría usarla para pagar sueldos”. No obstante, hizo hincapié en que como “presidente de los argentinos, estoy obligado a hablar con todos”.

“No es una cuestión de si me gusta o no; estoy haciendo un trabajo”, dijo, al tiempo que subrayó: “A mí me eligieron para encarar la economía que tiene que ver con bajar la inflación, algo que estamos logrando, y por otro lado me pidieron que termine con el flagelo de la inseguridad, y también lo estamos haciendo”.

En esa línea, declaró que “si la lógica de gobernar y sacar adelante el país implica que yo me tenga que sentar con todos los gobernadores, lo voy a hacer porque tiene que ver con hacer mi trabajo. No me gustan los eventos sociales, y sin embargo, si lo tengo que hacer por el trabajo, lo hago”.

 

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