La Opinión Austral concretó este viernes 26 la tradicional ceremonia de cambio de folio y la portada ahora muestra el Año 63 de edición. Esto implica que ya pasaron 62 años de historia y tres generaciones entre periodistas, técnicos y administrativos que son el corazón del diario más antiguo de Santa Cruz.

 

 

 

Hoy, como aquella primera jornada que alumbró el primer ejemplar, el objetivo se mantuvo inalterable: difundir aquello que se debe saber. Comunicar, informar y ser un puente de la sociedad que lo vio nacer y acompaña su paso desde hace más de seis décadas. La Opinión Austral fue el noveno periódico que apareció en Santa Cruz, pero el único que perdura.

La primera imprenta linotipo que tuvo La Opinion en la sede Alcorta 54.

Todo comenzó a iniciativa de Alberto Raúl Segovia, empresario y activo protagonista en el desarrollo de Río Gallegos, que incluso llegó a ser juez de Paz.

 

Santa Cruz hacía poco que dejaba atrás el ser Territorio Nacional para convertirse en Provincia y se anticipaban tiempos de muchos cambios y ebullición. La capital provincial contaba, por aquel entonces, con una población que apenas superaba los 13 mil habitantes y Santa Cruz no llegaba a los 45 mil.

 

Corrían los albores del año 1959. Gobernaba la flamante provincia Mario Cástulo Paradelo y en Río Gallegos el intendente era Carlos González Landa. El Diario la Voz del Pueblo, de Víctor González, estaba en venta. El doctor Horacio Agulla y Alberto Segovia acuerdan comprarlo. Pero finalmente fue sólo “Don Alberto” como lo llamaban sus colaboradores, quien lo adquirió.

Un inicio accidentado

Comenzó siendo “La Opinión” y su imprenta se instaló en Alcorta 54, mientras que las oficinas comerciales estaban sobre la calle Roca (hoy Kirchner). Allí funcionaría por 18 años. El escritor Juan Hilarión Lenzi se sumó en los primeros tiempos para la organización, al igual que Alfonso Levatti y Ernesto Ceballos era el linotipista, poco después se sumaría Benjamín Volgeman. A cargo del armado estaba López Encinas. Luego vendrían otros nombres conocidos, como Justo Lerena y Emilio García Pacheco.

Década del 90. Llegaba la renovada imprenta a la planta de Zapiola 35.

El día de la primera edición fue programado para el 12 de febrero. Pero la linotipo frustró los planes. Técnicos de la exYCF viajaron para tratar de arreglarla hasta que se dieron por vencidos. Se mandó a buscar una nueva máquina y finalmente, después de incontables pruebas, el primer ejemplar ganó la calle: era el 27 de febrero de 1959.

 

Eran tiempos artesanales. En una entrevista para el cumpleaños 50 de LOA, Alfonso Levatti recuerda: “Había teletipo, que a veces sacaba la noticia borroneada y muchas veces se tomaba a mano la noticia de la radio de Buenos Aires y después se pasaba por la linotipo”. En aquellos tiempos había tres turnos que iban desde las 7 de la mañana hasta las 2 de la madrugada del día siguiente.

Recibir el papel también era una odisea. Ya que, como mucha de la mercadería que se comercializaba en la ciudad, llegaba por barco. Pasarían unos años para que el traslado por camión fuera lo habitual.

La mudanza

El diario se cambia a su nueva casa el 11 de junio de 1976, el flamante edificio estaba pegado a los estudios originales de LU12 Radio Río Gallegos, que también pertenecía a Segovia. Ya para entonces en su staff se veían nombres como el de Rafael “Rody” Rodríguez que ingresó en 1961, Manuel Rodríguez, el primer fotógrafo que tuvo el diario y Carlos Omar Rodríguez que comenzó en los talleres de LOA y luego, con los años estuvo a cargo de la distribución.

 

Tres años antes de la nueva sede y próximo a cumplir 15 años de vida, se decidió el cambio de nombre: surgía “La Opinión Austral” como denominación. Era un domingo y se iba por el número de ejemplar 4.525.

La redacción de LOA en otro tiempo y nuestro reportero gráfico José Silva.

A fines de los ochenta la planta alta del edificio de calle Zapiola albergaba en conjunto a la redacción del diario y en un recinto ambientado con material de aislamiento acústico estaba la sala de informativo de LU12. Existía una redacción con un reducido plantel: unos pocos periodistas, el fotógrafo y una correctora.
Eran tiempos de máquinas de escribir y linotipo. A finales de los 80 se incorporaría la primera impresora offset. Y en paralelo las primeras computadoras.

 

Alberto Raúl Segovia estuvo al frente del diario hasta su muerte el 13 de diciembre de 1994. Le sucedieron sus hijas Mabel y Norma. La dirección ya estaba a cargo de su yerno Héctor Perincioli y se sumó a ella Mabel Segovia.

 

Durante casi un cuarto de siglo la familia Segovia continuó el legado de Don Alberto, incorporando tecnología y afrontando distintos proyectos, afianzando así, el grupo editorial.

 

Las transformaciones en la manera de comunicar fueron uno de los desafíos, dando lugar, con el cambio de siglo (en el año 2000) al nacimiento del diario digital laopiniónaustral.com.ar, acompañando el impacto que la globalización en la información provocó en el mundo periodístico.

Los nuevos talleres en calle Lisandro de la Torre. Mauro, Juan y Félix Benítez.

A Mabel y Héctor se sumaron luego, algunos de sus hijos: María Eugenia Sanhueza e Ignacio Perincioli fueron los que más participación tuvieron, siendo ellos, la tercera generación de la familia en la dirección de La Opinión Austral y LU12 Radio Río Gallegos.

Los nuevos tiempos

Corría el año 2017. Y el diario cambió de manos. Un grupo inversor se hizo cargo y Eugenio Quiroga se transformó en su director.

 

Con el cambio de dueños vendrían nuevos aires. La transformación más notable se reflejó el 27 de marzo de 2019 en la edición 20.187, a un mes de cumplir las seis décadas de existencia, el color irrumpiría en su impresión.

 

En esos tiempos, la apuesta a llegar a toda la provincia, provocó el surgimiento del “hermano menor”: La Opinión Zona Norte. Permitiendo que exista un diario que pueda abarcar y estar presente en toda Santa Cruz.

La redacción de La Opinión Austral y sus actuales integrantes.

El final de ese 2019, también significaría otro cambio empresarial. El Grupo Crónica adquirió al Grupo La Opinión Austral y los aires se renovaron nuevamente. Quizás como una señal, en la revisión del derrotero histórico de LOA nos encontramos que, casi 20 años antes, uno de los sistemas de impresión que “modernizó” la imprenta, fue adquirido ni más ni menos que al Diario Crónica.

 

Los desafíos de la globalización e Internet impusieron nuevas formas de entender el periodismo y de llegar a la comunidad, desde diversas plataformas. Transformación que aún se está transitando.

 

Los “vivos” de las redes sociales, el área audiovisual y comprender a la información como un todo, es parte de ese crecimiento.

 

Y aunque los cambios son permanentes el objetivo sigue siendo el mismo de cuando se lo fundó: “Hacer honor a la función de informar”.


LU12 AM680 y La Opinión Austral hermanados para informar.

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