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Era uno de los fugitivos más buscados del país. Acusado de violar a dos menores en San Juan, el sanjuanino de 51 años vivió bajo identidades falsas, cruzó provincias y hasta trabajó como chofer en pueblos remotos. Tras una cacería humana que involucró a tres fuerzas policiales, finalmente fue detenido en Chilecito, La Rioja.
La historia parece sacada de un thriller policial, pero es real y ocurrió en suelo argentino. Allende, el hombre acusado de abusar sexualmente de dos menores en San Juan, logró evadir a la justicia durante siete años, hasta que un operativo conjunto entre el Departamento de Investigaciones D-5 y la policía riojana lo capturó en la localidad de Nonogasta, donde vivía bajo un nombre falso.
De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes consultadas, se pudo saber que todo comenzó en 2018, cuando el Cuarto Juzgado de Instrucción de San Juan ordenó su captura por los graves delitos cometidos. Sin embargo, Allende ya había huido. Su primer escondite fue El Calafate, Santa Cruz, donde trabajó un tiempo en una estación de servicio, antes de desaparecer nuevamente, dejando atrás solo pistas frías.
En junio de 2023, la investigación lo ubicó en Río Cuarto, Córdoba, empleado cerca de una estación de servicio en la Ruta 5. Pero, como un fantasma, volvió a escabullirse. Las autoridades no se rindieron: seguían tras la pista de un hombre que, según testimonios, “pasaba desapercibido” y cambiaba de identidad con facilidad.
La caída final llegó a principios de 2025, cuando una denuncia anónima lo señaló en La Rioja. Allí, Allende se hacía llamar con otro nombre, manejaba un colectivo rural en Nonogasta y hasta había adulterado su DNI. Pero el cerco se cerró: tras una vigilancia exhaustiva, fue detenido y ahora será trasladado a San Juan para enfrentar la justicia.
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