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El expresidente y candidato republicano Donald Trump resultó ileso tras un intercambio de disparos cerca de su club de golf en Florida, alrededor de las 14 (hora local) de este domingo. “Estoy a salvo y bien”, aclaró luego el político.
El Servicio Secreto, junto con la Oficina del Sheriff del Condado de Palm Beach, investiga el hecho. “El expresidente está a salvo. La oficina del sheriff tendrá más información pronto”, comentó el portavoz del Servicio Secreto, Anthony Guglielmi.
Según dos fuentes citadas por The New York Post, “dos personas intercambiaron disparos en el exterior del campo de golf Trump Intl Golf Course en West Palm Beach. Los tiradores se apuntaban entre sí y los disparos no apuntaban a Trump”. Sin embargo, las autoridades no descartan ningún escenario por el momento.
Justamente, desde la Oficina Federal de Investigación (FBI, en inglés) confirmaron que el suceso “parece ser un intento de asesinato” del candidato a la presidencia de Estados Unidos.
“El FBI ha respondido a West Palm Beach Florida y está investigando lo que parece ser un intento de asesinato del expresidente Trump”, anunciaron en un comunicado. Esa información fue compartida previamente con Joe Biden y Kamala Harris, de acuerdo a una fuente de la Casa Blanca consultada por Infobae en Washington DC.
Por el suceso, hay un detenido. La policía informó que una persona fue arrestada en las cercanías del club de golf, portando un rifle AK-47 con mira telescópica, presuntamente con intenciones de atacar al candidato republicano.
En una rueda de prensa, el sheriff Rick Bradshaw reveló que la detención resultó posible gracias al aviso de un testigo. El sospechoso también llevaba dos mochilas y una cámara deportiva GoPro. Cerca de las 13:30 (hora local), agentes del Servicio Secreto divisaron a un hombre armado junto a la valla del campo de golf, a unos 300-500 metros de Trump.
El sospechoso intentó huir tras ser disparado por el Servicio Secreto, escondiéndose entre unos arbustos antes de escapar en una camioneta negra. Un testigo logró fotografiar la matrícula del vehículo, lo que permitió la captura del individuo minutos después en una carretera cercana. Su identidad aún no fue revelada.
Trump afirmó este domingo que se encuentra bien tras el tiroreo junto a su campo de golf, cuyos detalles aún son desconocidos. “Hubo disparos cerca de mí, pero antes de que los rumores comiencen a salirse de control, quiero que escuches esto primero: ¡ESTOY A SALVO Y BIEN!”, remarcó en un comunicado.
NBC informó que el expresidente fue trasladado de inmediato a un lugar seguro cuando comenzaron los disparos. “Nada me detendrá. ¡NUNCA ME RENDIRÉ!”, cerró el republicano que el pasado 13 de julio sufrió un intento de asesinato cuando un tirador lo hirió en una oreja durante un mitin de campaña.
Donald Trump Jr., su hijo, también se pronunció en la red social X: “¡Una vez más, amigos! DISPAROS en el campo de golf Trump en West Palm Beach, Florida!”, y agregó que se encontró un rifle AK-47 entre los arbustos. “La campaña de Trump publicó un comunicado en el que confirma que el expresidente Trump está a salvo. Según informes, se ha detenido a un sospechoso”, cerró.
Intento de asesinato a Trump
Cabe recordar que el pasado 13 de julio, Trump fue objetivo de un intento de homicidio durante un mitin en Butler, Pensilvania. En pleno discurso, se escucharon una serie de explosiones similares a disparos, tal como mostraron videos difundidos en redes sociales.
El político reaccionó cubriéndose el rostro y lanzándose al suelo. De inmediato, agentes del Servicio Secreto de EE.UU. lo evacuaron en medio de un gran tumulto. La situación fue tan grave que terminó con sangre en la oreja derecha. Sin embargo, el líder republicano levantó el puño en un gesto hacia el público al ser retirado del escenario.
El atentado provocó la evacuación de miles de asistentes. Las fuerzas de seguridad aseguraron el área y tomaron medidas rápidas para proteger tanto al exmandatario como a los presentes.
En el hecho murieron dos personas. Uno de ellos fue el atacante, identificado por el FBI como Thomas Matthew Crooks, de 20 años. El otro fue Corey Comperatore, un bombero voluntario de 50 años, quien intentó proteger a su familia al abalanzarse sobre ellos cuando comenzó el ataque. Su esposa, Helen, y sus hijas salieron ilesas, pero él recibió un disparo mortal.
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