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Durante cuatro años, tres hermanitos esperaron que alguien los escuchara, debido a los brutales maltratos a los que eran sometidos. En el invierno del 2021, dos de ellos tomaron coraje y lograron escapar del infierno que estaban padeciendo y, tres años después, podrán saber si el Poder Judicial los escuchó y hará justicia.
Se trata del caso de “La casa del horror“, un asunto que estremeció a Río Gallegos y al país entero cuando se revelaron los detalles sobre los maltratos perpetrados por un padre biológico y su pareja contra unos niños de entre 10 y 13 años.
Los acusados son David F. (padre biológico de los menores) y Roxana V. (su pareja). Ambos están detenidos desde el invierno de 2021, cuando dos de los sobrevivientes escaparon por temor a ser asesinados por quienes deberían haberlos cuidado. Llegaron a la Unidad Penitenciaria Federal N° 15 y pidieron auxilio.
“Teníamos miedo, sabíamos que si veían que la tablet estaba rota nos iban a matar“, relató el mayor de los hermanitos sobre el acto de valentía que llevó a cabo con el menor cuando pudieron huir de la vivienda en la calle Pello Paredes y correr hasta la avenida Kirchner, donde llegaron a la U-15.
Casualmente, a metros del edificio donde los niños buscaron ayuda se encuentra la Cámara Oral de la Primera Circunscripción Judicial. Allí, sobre la calle Malaspina al 41, hace unos días se realizó el juicio de valoración de pruebas contra David F. y Roxana V., por el delito de “Lesiones graves agravadas por amenazas, alevosía y reducción a la servidumbre, contra tres víctimas“, por el cual los acusados podrían, según el Código Penal, recibir penas de hasta veinte años, tal como lo solicitó la fiscal de Cámara Verónica Zuvic.
El caso de “La casa del horror” ha sido seguido por La Opinión Austral desde un primer momento. Además, durante el juicio, este diario realizó una cobertura exclusiva que incluyó material audiovisual sobre el desarrollo del debate, presidido por Joaquín Cabral, acompañado por Eduardo López y Francisco Marinkovic, como subrogantes.
El único de los acusados en ofrecer su versión de los hechos fue David. Por recomendación de su abogado, Juan Botik, el padre biológico de las víctimas dio un testimonio tímido y casi endeble, sugiriendo que los niños podrían “haberse confundido de quienes eran sus agresores”, insinuando que los maltratos habían sido infligidos por su padrastro.
Roxana no habló durante el juicio. Solo mostró algunas muecas que iban desde la tristeza hasta el asco y frunció el ceño cuando escuchaba algo que no le gustaba. Su representante legal, Darío Mosso, le recomendó no ofrecer su versión y, en su lugar, se leyó la declaración que había hecho en la instrucción que realizó la jueza Marcela Quintana. En esa oportunidad, la acusada dijo que los niños podrían haberse lastimado solos porque “jugaban muy bruto” y también señaló a la madre biológica y al padrastro como los autores.
Los peritos que trabajaron en el caso, los familiares que ahora tienen la tenencia de dos de los niños y algunos testigos confirmaron los hechos. Incluso, durante el debate, muchos de ellos se quebraron al recordar y relatar lo que habían sufrido los menores.
Los tres sobrevivientes ejercieron su derecho a ser escuchados y todos coincidieron en detallar el infierno que vivieron, incluyendo ser obligados a comer sus heces y vómitos como represalia por, presuntamente, “haber hecho algo mal“, como por ejemplo haber escrito algo mal en las tareas para el colegio.
Ahora, este martes al mediodía, los jueces que siguieron el debate de valoración de pruebas y deliberaron, deberán dar a conocer su veredicto. Cabe recordar que tanto la defensa de Roxana como la de David habían apelado a que se les conceda el beneficio de la duda a sus clientes. En el caso del padre, Botik dejó una pregunta en el aire: “¿Por qué el padre permitió los maltratos a sus hijos?”, cuestión que, quizás, nunca sea respondida.
En el mismo sentido, se aguarda que, además de la sentencia contra los acusados, el tribunal también se expida por presentaciones accesorias que realizaron las partes, tales como la exposición que se hizo durante el juicio contra el defensor del Niño, Niña y Adolescentes, Jorge Godoy, realizada por una de las defensas, en relación a las acciones que, presuntamente había realizado el funcionario, cuando dio publicidad del caso, por lo que se solicitó que el Comité de Ética del Tribunal Superior de Justicia tome cartas en el asunto.
Misma situación fue planteada por la Fiscalía durante su alegato cuando solicitó una medida similar en relación a un perito de parte que había presentado la defensa de David que había cuestionado la pericia realizada a las víctimas.
Fuentes judiciales adelantaron que la lectura del fallo se dará a las 12 horas en punto y quienes quieran presenciar el acto deberán estar veinte minutos antes en las instalaciones de la Cámara Oral, en la calle Malaspina al 40 de nuestra ciudad capital.
De igual manera, al tratarse de un acto público de instancia pública, La Opinión Austral trasmitirá la lectura de la resolución judicial en la que el presidente del tribunal Joaquín Cabral dará a conocer las potenciales condenas contra David y Roxana.
Tanto en los alegatos como en la previa al debate, la fiscal Verónica Zuvic y Jorge Godoy habían coincidido en que este caso debería generar un cambio en la sociedad respecto al maltrato infantil que actualmente no tiene una legislación correspondiente a este delito.
Godoy, cuando visitó el piso de LU12 AM680 antes del juicio, había dicho: “Este es un mensaje para la gente que, todavía quiere levantarle la mano a un menor de edad” aseveró Godoy e invitó a la comunidad que, en casos como este, “ante la menor sospecha, denunciarlo. Esto pasó en pandemia y los chicos no estaban yendo a la escuela, sabemos que si ellos estaban yendo, esto podría haberse evitado”.
En el mismo sentido, una vez que se clausuró el debate de valoración de pruebas, Zuvic había indicado a la Decana de la Patagonia que: “En la Argentina es una cuenta pendiente. Esta puede ser una gran motivación para avanzar en esta cuestión. Es un sinsabor que el maltrato infantil no esté tipificado; no alcanza a reflejar el dolor que sufrieron las infancias. Muchas veces estos casos terminan con las víctimas muertas; el hecho de que eso no haya ocurrido hace que impacte aún más: un grupo de tres hermanos, cuatro años de mucho sufrimiento. Esto es un llamado a toda la comunidad para que un profesor, un médico, una mamá comprometida. Si vemos que un niño no está bien, no hagamos la vista gorda“, instó la funcionaria.
“Nosotros lo único que queremos es estar en paz, que no nos molesten más” fue lo que dijo el mayor de los sobrevivientes durante el juicio. Gracias a su valentía, él y sus hermanitos podrán cerrar un triste y lamentable episodio en sus vidas tras conocer el fallo
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