El 18 de junio se celebró el Día del Orgullo Autista, una fecha establecida en 2005. En este marco, la Fundación TEA Santa Cruz propuso este sábado una serie de actividades abiertas a la comunidad en su sede.
“La fecha es una buena excusa para juntarnos con las familias y para que pueda venir a visitarnos y conocernos cualquier persona que sienta la curiosidad o la necesidad de acercarse. Estamos conociendo a nuevas familias y adultos dentro del espectro que se acercaron, compartimos unas ricas tortas fritas y unos mates”, manifestó Silvina Lamas, presidenta de la fundación a La Opinión Austral.
En la oportunidad, hubo una Expo Auto del Chevrolet Club de Río Gallegos. “El Chivo Club nos acompaña en actividades para juntar fondos y poder trabajar en los proyectos”, acotó.
Además, la profesora Rocío Ruiz, a cargo de los talleres recreativos, mostró los espacios de arte, de juego y de relajación.
En julio, adelantó Lamas, “vamos a iniciar nuestros talleres de cocina para los más grandes, sabemos que faltan muchas actividades y muchos espacios de contención para los adultos con condición del espectro autista”.
“Sabemos que el interior tiene mucha más necesidad que la que tenemos acá en capital de Santa Cruz. También estamos para eso, para acompañar”, manifestó.
El testimonio de Lautaro
Este sábado, en La Opinión Austral se publicó el artículo “La experiencia de Lautaro: ‘El autismo no es algo para avergonzarse, no te hace ni más ni menos que cualquier ser humano'”, en la que Lautaro Enrique Lamas, de 22 años, compartía su experiencia y opinión.
La nota tuvo un proceso de producción diferente y una repercusión muy positiva en la comunidad.
Al respecto, Lamas, comentó: “Siempre que se buscan los testimonios en primera persona, que son fundamentales porque es para quienes trabajamos, para la garantía de sus derechos, hay que evaluar un abanico de posibilidades de esa persona frente a las preguntas que se desean responder”.
Las preguntas por escrito le permitieron a Lautaro tener tiempo “para que las pueda interpretar y sacarse las dudas”.
En este sentido, destacó “la importancia de respetar sus tiempos y de lo que quisiera o no exponer, la foto, la exposición pública, también. En un principio, él no quería mostrarse. No tuvo problemas en dar sus datos, y finalmente, aceptó esta foto en la que figura en compañía de su amigo y comparte lo desafiante que fue en el trayecto de toda su vida, la socialización”.
Las reacciones y mensajes en las redes sociales por un lado, pero también los mensajes que le llegaron a su celular a Lautaro también generaron una emoción.
“La cantidad de mensajes que recibió también implicó una reacción en él, un tanto ansiosa, pudo utilizar herramientas para autorregularse y después, disfrutar de los lindos comentarios que recibió y esto le dio mayor seguridad”.
Además, remarcó lo que plantea Lautaro. “La condición de autismo no es algo para avergonzarse. Sí, se necesitan apoyos, es importante que los puedan recibir, es importante que la comunidad los comprenda, se apropie porque es responsabilidad del entorno, de todos nosotros, poder hacer una comunidad accesible”.
“Esta nota fue una puerta para muchas personas que, quizás leyéndola, leyendo su expresión, puedan animarse a hablar, acercarse a nosotros y saber que van a estar contenidos y acompañados. Como fundación trabajamos para ellos. Nuestros proyectos nacen de estas necesidades detectadas y por eso es fundamental que se pueda hacer visible”, destacó.
“Agradecidos de esta nota y de que haya un interés en realmente en conocer los testimonios de ellos porque siempre somos los papás quienes hablamos y es importante y fundamental que se escuche la voz de quienes pueden expresarse en nombre de todos“, cerró.
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