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Con un acto protocolar con singular asistencia, se presentó en la ciudad de Río Grande la 50 edición del Gran Premio de la Hermandad que se correrá en el mes de agosto, entre esa ciudad y Puerto Porvenir en la Tierra del fuego chilena como sucede desde 1974.

La carrera que tuvo solamente suspensión en 2020 por la pandemia, ni siquiera sufrió variantes cuando en 1978 las relaciones con Chile no eran buenas sino que el conflicto del Beagle estaba muy vigente, sin embargo con algunos cambios de nombres, la carrera se corrió igual, lo que da una idea de lo que significa para los fueguinos de uno y otro lado de la frontera.

En el acto de presentación encabezado por las máximas autoridades del Automóvil Club Río Grande en la persona de su actual presidente Víctor Garcés y de la ADELFA chilena en la persona de su presidente Ivan Cárdenas se realizó la muestra de videos, fotografías y  la puesta en escena de ésta edición que lleva el número 50 desde 1974 a la fecha.

La carrera que reúne anualmente un gran número de participantes de ambos países cuenta con una historia fenomenal y un mundo de anécdotas en torno a ella y a sus participantes, por lo que es tema de conversación permanente en “la isla” y principalmente cundo se viene la fecha de agosto, recuerdo del nacimiento del general O´higgins y la muerte del general San Martín, las dos figuras máximas en la historia de la liberación de ambas naciones.

Con el marco de pilotos, preparadores y entusiastas, se procedió al acto que le dio vía libre a ésta nueva edición del GP y por ende a todo lo que significa y representa el GPH para los habitantes del lugar, y el recuerdo de ediciones anteriores donde figuras como el argentino Jorge Recalde marcaron páginas memorables en la historia de la competencia.

El recuerdo de famosos pilotos que pasaron por esas rutas y otros que dejaron algo mas como Francisco “Pco” Puget, el piloto de Ushuaia que corriéndolo a Recalde perdió la vida en un duro accidente, son algunos de los hechos inolvidables de una carrera qu8e paraliza Tierra del Fuego de ambos lados de la frontera y moviliza a grandes y chicos en derredor de los autos de carrera, algo difícil de explicar, porque solo hay que vivirlo para entenderlo.

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