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El Museo Paleontológico Egidio Feruglio (MEF) de Trelew acaba de dar un salto histórico en su historia, no solo en términos de infraestructura, sino también en su impacto cultural y turístico para la región. En el marco de una reciente reinauguración que ha captado la atención internacional, el director de la institución, Rubén Cúneo, compartió con el público de Canal 12, el proceso detrás de la ampliación del museo, que pasó de una obra proyectada de 3.500 metros cuadrados a los 10.000 metros que ocupa actualmente, consolidándose como uno de los más grandes de América Latina y de renombre global.

La historia del MEF está marcada por la perseverancia y una visión audaz que ha permitido a este museo convertirse en un referente mundial de la paleontología. Cúneo, que lleva 34 años al frente de la institución, relató cómo lo que comenzó como una obra proyectada de 3.500 metros cuadrados fue mutando en algo mucho mayor, un edificio que hoy alberga 10.000 metros cuadrados dedicados a la ciencia, la historia y la cultura patagónica. “El proyecto original de expansión era de 3.500 metros cuadrados, pero con el tiempo, las necesidades y los sueños se fueron multiplicando. Así que terminamos con un museo que ocupa 10.000 metros cuadrados, un trabajo que requirió años de planificación y un esfuerzo extraordinario”, explicó Cúneo.

Sin embargo, lo más notable de todo este proceso no fue solo la magnitud de la ampliación, sino cómo se financiaron los trabajos. Como muchos proyectos ambiciosos, los fondos no llegaron de forma sencilla desde las arcas nacionales. “Conseguimos el dinero para la obra no a través de subsidios locales, sino a través de un proyecto que nació de nuestras exhibiciones itinerantes, que viajaron por el mundo”, comentó Cúneo. Este modelo innovador permitió que el museo se posicionara como un verdadero “producto” cultural de Patagonia, aclamado por públicos de Europa, Estados Unidos, Australia y otros continentes.

El director destacó cómo, a través de sus exposiciones itinerantes, el museo logró obtener los recursos necesarios para llevar adelante la ampliación. “Alquilamos nuestras exhibiciones a diferentes instituciones y museos alrededor del mundo, y esas exhibiciones rotan constantemente entre distintas ciudades y continentes. Este modelo no solo nos permitió financiar la construcción del nuevo museo, sino también dar a conocer nuestra propuesta científica a nivel global“, indicó Cúneo

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