2020 no podía terminar en paz y como si no faltaran grietas, en Río Gallegos dividieron las aguas a favor y en contra de remover el monumento del expresidente Julio Argentino Roca de la calle homónima (ahora Presidente Néstor Kirchner), en su intersección con la avenida San Martín.

 

Poco después que La Opinión Austral diera a conocer la noticia del traslado de esta estructura, que está ubicada allí desde el 15 de febrero de 1941, las redes sociales estallaron, tanto para felicitar la medida dispuesta por la Intendencia de Pablo Grasso como para condenar la acción.

 

Ver más: Video. Sacan el monumento a Julio Argentino Roca de la principal arteria de Río Gallegos

 

Los argumentos iban desde considerar a Roca como el presidente que -tratado mediante- defendió la soberanía de las provincias que hoy conforman la Patagonia, hasta considerarlo un “genocida” con las manos “manchadas de sangre” de pueblos originarios a los que “combatió con crueldad”.

 

El monumento de “Roca” fue llevado en una “chata” al corralón municipal. Foto: José Silva / La Opinión Austral

Lo cierto es que no se puede desconocer que el tema generó controversia y que la figura del tucumano que gobernó por dos períodos el país sigue generando polémica. La estatua ya fue sacada, será remodelada y reubicada, y así como muchos siguen reivindicando la calle Roca, aún después de ser renombrada, otros tantos creen en el revisionismo y en que no todos deben ser considerados “próceres”.

“Crueldad innecesaria”

Para el psicólogo e investigador egresado de la UBA, Marcelo Valko, la de Roca “fue una de las presidencias más crueles, no sólo por lo que hizo con los pueblos originarios, sino por lo que hizo con los obreros”, expresó en el aire de LU12 AM680.

“Fue una época de una crueldad innecesaria. El general Roca en la primera presidencia entregó 41 millones de hectáreas a muy pocas manos, a diferencia de Estados Unidos que delimitó pequeñas parcelas productivas. En su segunda presidencia, el general Roca se dedicó a perseguir al movimiento obrero que, a través de una ley, buscaba expulsar a quienes provenían de Italia, España o Polonia por solicitar un régimen de 8 horas de trabajo y descanso dominical pago”, recordó.

 

Marcelo Valko, psicólogo e investigador egresado de la UBA.

En el mismo sentido, se refirió al movimiento de Río Gallegos “Desmonumentar a Roca”. “Les facilitamos una serie de ordenanzas promulgadas (7.578, 7.575 y 7.513 de 2012) por la Municipalidad de Río Gallegos en las que se ordenó cambiar la avenida Roca por Kirchner y trasladar la estatua y ceder monumento a las instituciones que lo solicitaran. Esas ordenanzas no se cumplieron”, aclaró Marcelo Valko.

 

“Se fue Roca”, tapa de La Opinión Austral del 23 de diciembre del 2020-

“Me llama mucho la atención que lo levanten para restaurarlo. La historia avanza, la historia no es algo estático, no es un manual muerto. La historia es algo vivo. Entonces, la historia la hacen las personas, las generaciones. No hay nada más peligroso que una estatua en su aparente inmovilidad. La estatua nos acostumbra y domestica y dice quién está arriba, quién es ese señor que merece semejante honor”.

 

“Hay gente que en lugar de pedestales merece un prontuario. Y como la Justicia ya no puede alcanzar a personas que ya han fallecido, lo que sí se puede hacer es castigar esa memoria no honrándola”, concluyó.

Que se cumpla la ordenanza

Precisamente este miércoles, desde el grupo “Desmonumentar a Rica en Río Gallegos” celebraron el retiro de la estatua del expresidente Julio Argentino Roca de las arterias principales de la ciudad, ocurrida el 22 de diciembre de 2020.

 

El trabajo fue realizado por operarios municipales. Foto: José Silva / La Opinión Austral

“Seguiremos poniendo en crisis su figura traducida en monumentos, estatuas, calles, plazas y escuelas en cada punto de las ciudades y localidades de nuestro país”, dijeron y añadieron que deben cumplirse la Ordenanza Municipal N° 6.790 del 7 de diciembre de 2012, que ya había ordenado el cambio del sitio de emplazamiento del monumento de Roca y “la cesión de dicho monumento a las instituciones públicas que así lo requieran. En función de este instrumento legal, la estatua no puede volver al mismo lugar”.

 

Por su parte, agradecieron la intervención durante 2020 de los especialistas en la materia: Marcelo Valko, Adrián Moyano, Fernando Miguel Pepe y Valeria Mapelmán, que “desinteresadamente y con rigor han colaborado con nuestro grupo”.

 

Finalmente, el grupo invitó a la población a interiorizarse a través de la bibliografía especializada, conocer aquellos discursos que “se apartan del discurso histórico/oficial y discutir la implicancia simbólica de la figura del expresidente Julio Argentina Roca, con la perspectiva de replicar este debate en otras jurisdicciones durante el 2021”.

No se discutió

Por su parte, Luis Milton Ibarra Philemon, escritor, historiador y titular del Archivo Histórico de la localidad de El Calafate, indicó -entrevistado en LU12 AM680– que se enteró por los medios y las redes sociales lo que había pasado con el monumento a Roca.

 

“Lo que me pareció desastroso es la forma, cómo se está encarando todo a través de un Ejecutivo Municipal que avanza en la destrucción o en la modificación de cosas, sitios, bulevares, plazas, destruyendo bienes patrimoniales, como en la plaza donde se destruyó una estatua histórica”, manifestó.

 

Milton Ibarra Philemon, titular del Archivo Histórico de Calafate.

Luego reconoció que estaba en una contradicción porque “si bien es una figura muy discutida últimamente; a veces discutíamos con Osvaldo Bayer, que fue uno de los impulsores del Chau Roca, que el monumento en sí tiene el valor de monumento y de la época en que se erigió, como una obra escultórica de Perlotti que describe una época”, y agregó: “No sé si haberla quitado hubiese sido lo mejor, quizás mantenerla o emplazarla en otro lugar con otra mirada, pero discutir el tema, no que a alguien se le ocurra, vaya y lo saque porque tiene el poder de decidir”.

 

Entre otras consideraciones, manifestó que con esta medida “se está pisoteando el derecho de muchas personas que consideran que tiene que quedarse ahí” y hasta dijo que pareciera ser “una forma de un sector de generar discordia, conflicto”.

Espacio público de todos

La historiadora y profesora de la UNPA Milagros Pierini también habló ayer con LU12 AM680, donde en principio sostuvo que “el espacio público es de todos, no de una gestión”, ya que “acá pareciera que viene una gestión y decide lo que hay que hacer con el espacio público, con los monumentos, con los nombres de las calles”. Y recordó cómo se le cambió el nombre a la calle Roca: “Fue en un trámite bastante desprolijo”.

 

Ya sobre la figura del expresidente, Pierini expresó: “Hablar de Roca es hablar de Roca genocida o Roca Campaña del Desierto, es un reduccionismo y un montón de lugares comunes que yo lo asocio con la pereza intelectual”.

 

Milagros Pierini, historiadora y profesora de la UNPA.

Al respecto, manifestó: “Hay mucho escrito sobre la política indígena; hay muchísimo escrito sobre la figura de Roca; no es lo mismo el Roca ministro de Guerra de la presidencia de Avellaneda que el Roca presidente; no es lo mismo lo que pasó en la Patagonia norte, donde hubo una campaña de exterminio del indígena, con lo que pasó en la Patagonia sur”.

 

Finalmente, dijo que “acá no hubo campaña de exterminio al indígena, se lo fue matando de otra manera, algunas más subliminales y otras más violentas. Hablar de Campaña del Desierto en Santa Cruz es un error histórico”, mencionó.

 

Ayer, los transeúntes que salieron apurados a hacer las compras navideñas se toparon con una esquina a la que le faltaba algo. Para muchos fue una grata sorpresa, para otros, una indignación más. Lo cierto es que la medida, buena o mala según el lugar de la grieta en la que se pare cada uno, no pasó desapercibida. Y habrá que ir acostumbrándose a una imagen distinta del centro de la ciudad, sin una estatua que era uno de los íconos locales, casi una postal de la Río Gallegos del siglo XX.

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