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Un viejo reclamo resurgió entre los petroleros vinculado a los días de descanso en Vaca Muerta. Se trata de una exigencia del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa, que viene insistiendo desde hace años y que volvió a plantearse con fuerza durante la asamblea en Añelo de ayer, más allá de los sueldos y las condiciones laborales.
Aunque no es una propuesta nueva, en el marco del paro general convocado por la CGT para este jueves, cobró mayor relevancia. Los petroleros adhirieron a la medida y reactivaron un debate que podría modificar profundamente la dinámica laboral en la industria. El cambio que proponen implica pasar al régimen 7×7: siete días de trabajo por siete de descanso.
Hoy predominan esquemas como el 14×7 o el 10×5. Es decir, permanecer dos semanas en la base operativa, o en los yacimientos, lejos del hogar, y descansar solo una. Este dato también es clave si se tiene en cuenta que tanto el gobierno como las operadoras apuntan a alcanzar un millón de barriles diarios en dos años. En otras palabras, aumentar la producción y el ritmo de trabajo.
Sin embargo, según estadísticas internas del propio sindicato, entre el día 11 y 12 de actividad sostenida comienza a evidenciarse un patrón preocupante. Es la teoría del “trabajador cansado” en los pozos, especialmente en tareas críticas como los servicios especiales. Se advierte que -en ese punto- se deterioran los reflejos, se omiten protocolos y, lo más grave, crecen los riesgos de accidentes, incluso con consecuencias fatales.
“No vamos a entregar la vida de nuestros compañeros a una explotación sin sentido. Nuestro compromiso es con nuestra gente; lo más importante son nuestros compañeros. Vamos a seguir creciendo y desarrollándonos, pero siempre respetando las condiciones necesarias para que el trabajador sea tratado como lo que es: una persona, no una máquina”, sostuvo Marcelo Rucci, secretario general del sindicato, en la antesala a la asamblea en Añelo.
De acurdo al portal Econojournal, el sindicalista se reunirá con las operadoras petroleras en el transcurso de estos días. El fin del encuentro será un cambio en el régimen de los trabajadores para que sea un diagrama de 7×7.
“Flexibilizan las medidas de seguridad, rompen los consensos que con tanto esfuerzo supimos construir entre las partes y empujan a los compañeros a realizar múltiples tareas, aumentando exponencialmente los riesgos de accidentes graves y muertes. Ya hemos perdido vidas por esta ambición desmedida. ¿Cuál es el límite? ¿La rentabilidad o la vida? ¿El récord de producción o el bienestar de nuestros pueblos y el cuidado del medioambiente?”, cuestionó.
Cabe mencionar que no es la primera vez que el gremio insiste con modificar el régimen laboral. Ya lo había hecho tras una serie de accidentes en los últimos años, en especial después de algunas muertes que causaron gran impacto.
“Un trabajador está durmiendo a las dos de la mañana y lo llaman por una válvula; no sabe en qué condiciones está el problema, ni el check list, ni los materiales, ni conoce las instalaciones. ¿Entonces cómo no van a pasar estos temas que ya los venimos diciendo?”, dijo en su momento Rucci, al referirse a los incidentes ocurridos en Vaca Muerta.
En aquel entonces, la propuesta apuntaba a evitar la sobrecarga mediante más personal por turno, mejores descansos y un plan de trabajo que contemple el estado de las instalaciones antes de que el operario tenga que meter mano sin saber lo que se va a encontrar.
Además, hay otro factor: la renovación generacional en los yacimientos. Muchos jóvenes ingresan sin experiencia previa y con escaso tiempo para capacitarse, por lo que deben intervenir tanto el gremio como el gobierno provincial con los planes de capacitación.
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