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Río Gallegos no sale de la conmoción: un hombre fue asesinado por su amigo, quien confesó el crimen a su expareja antes de amenazar con quitarse la vida; finalmente, fue detenido comiendo un sándwich en la costanera de la capital de Santa Cruz.

El suceso tuvo lugar el sábado por la mañana en una vivienda de la calle Jofré de Loaiza al 700. La víctima, Óscar Javier Lancucheo, trabajador del Hospital Regional, fue atacada por Fernando Muñoz, quien primero quedó alojado en la Comisaría Segunda y este lunes trasladado al Centro de Salud Mental.

La autopsia preliminar reveló que Lancucheo falleció debido a múltiples heridas cortopunzantes en el cuello. En el domicilio, la Policía incautó el arma utilizada, y personal de Criminalística continúa tomando testimonios para entender las circunstancias del caso.

Según pudo conocer La Opinión Austral, testigos afirmaron que, la noche anterior al fatídico hecho, Muñoz y Lancucheo estuvieron tomando bebidas alcohólicas en casa de este último. Por la mañana, habrían discutido por una deuda. El cuerpo de la víctima se encontró en su habitación cerca de las 10 de la mañana.

(FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL)

La terrible confesión del hombre que apuñaló a su amigo

En paralelo, Muñoz confesó el asesinato a su expareja, expresando intenciones de quitarse la vida. “Gorda, me mandé una c… Me voy a matar”, le dijo Muñoz a su ex, una mujer identificada como Y. Vásquez cerca de las diez de la mañana, tras haberse presentado en su vivienda.

De acuerdo a la información a la que tuvo acceso LOA, a través de diversas fuentes consultadas, el homicida le confesó el crimen a Vásquez, dio los detalles de dónde estaba el cuerpo de Lancucheo y luego escapó en dirección a la costanera local.

Vásquez no sabía qué hacer. Llamó a la Policía y dio algunos detalles sobre la confesión del homicida, además de la intención de él de querer quitarse la vida. Las autoridades distribuyeron tareas: mientras unos patrullaban la costanera, otro equipo se dirigió a la casa de Lancucheo, ubicada cerca de la Laguna María la Gorda. Allí hallaron el cuerpo en un charco de sangre, aunque no se especificó la habitación exacta.

La confesión de Muñoz coincidía con los hallazgos. Lancucheo tenía lesiones compatibles con al menos una puñalada, según los primeros informes. Con la pista de que el agresor intentaba huir hacia la costanera, el personal intensificó la búsqueda y lo encontró en cuestión de minutos.

Fuentes indicaron que Muñoz fue hallado junto a un local gastronómico, comiendo un sándwich. “Disculpe, señor. ¿Usted es Fernando Muñoz? se lo acusa de un grave delito, nos va a tener que acompañar”, le dijeron los agentes al homicida.

Fuentes consultadas indicaron que en todo momento se mostró accesible y dispuesto a seguir con el requerimiento de los policías que lo trasladaron a la Comisaría Segunda a la espera de nuevas directivas.

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