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El cura Juan Carlos Molina, titular de la Fundación Valdocco, se refirió este lunes a la muerte del papa Francisco. Molina tuvo, durante 2024, fuertes cruces con el Gobierno provincial por la situación de ambas instituciones que dependen de Valdocco, la que se encuentra en Cañadón Seco y el colegio de El Calafate.
Precisamente desde esta última localidad, el cura le adjudicó al sumo pontífice que se hayan instalado en la villa turística, en tiempos en los que Jorge Mario Bergoglio comandaba la iglesia en Argentina. “Francisco murió como vivió“, fueron las primeras palabras del padre Molina en una entrevista FM Dimensión. Asimismo, narró el momento cuando Bergoglio fue elegido papa y dijo que una de las primeras decisiones fue que no lo encerraran arriba del palacio y fuera como uno más a la residencia. “No quiso vivir encerrado y cuando tenía que estar encerrado cuidándose, siempre estaba de salida, siempre al encuentro, siempre rompiendo estructuras“.
“En El Calafate se preocupó por nuestra casa, cómo estábamos en Valdocco. Si hay un culpable que Valdocco esté en El Calafate es Francisco. Cuando inauguramos la sede de la fundación llamé a Francisco, mandó su bendición, estaba muy feliz y le pedí permiso para que llamemos al gimnasio papa Francisco. Me dijo que NO, que le pongamos San Francisco de Asís. Ha tenido mucho que ver con esta obra en El Calafate”, dijo.
En su último encuentro en enero, describe: “Le llevé de regalo un pesebrito de los chicos nuestros, me dijo: ‘Qué bonito que es esto‘, se levantó con el bastón, el dolor de la pierna y fue y lo dejó al lado de su cama“. “Nos hicimos amigos cuando él ya era papa. Cuando asume empezamos a dialogar un montón y quedamos enganchados, siempre había una tarea para hacer”.
“Te hacía sentir tan hermano, tan cercano, tan amigo, es otro de sus legados“, dijo y destacó la cercanía que mantuvo hasta los últimos días. Habla de que Francisco rompió muchas “estructuras que había que romper“, en referencia a lobbies e incluso la corrupción, y define a su doctrina como “la iglesia es con todos. Los creyentes y no creyentes, buenos y no tan buenos, los que hacen las cosas bien y no tan bien, casados y divorciados, matrimonios y homosexuales. Logró que volvamos a tener la mirada donde hay que tenerla”.
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