Documental, exposiciones y taller para construir una comunicación feminista

A 10 años de la primera movilización #NiUnaMenos, este jueves en la Sala de Conferencias “Prof. Iris Bergero” del Campus Universitario de la UNPA-UARG se llevó adelante el Encuentro-Taller “Colectivos feministas en la comunicación”.

La jornada constó de tres etapas, la proyección del documental “Gritos de justicia por Zulma Malvar”, el panel de exposiciones, con tres presentaciones, y el taller “Construcción de un mural: Haciendo comunicación feminista”.

Al respecto, Romina Behrens, docente investigadora de la Escuela de Comunicación, contó a La Opinión Austral: “Surge por una necesidad de empezar a volver a ocupar estos espacios de visibilización sobre la violencia por motivos de género y los femicidios, en un contexto en donde hay mucho retroceso, donde se perdió la agenda feminista en los medios de comunicación. Sabemos que hay periodistas que son amenazadas, como es el caso de Luciana Peker, que se autoexilió en España, ya que las mismas Fuerzas Armadas estaban amenazando su vida y hasta a sus hijos”.

En este sentido, destacó que “la universidad es un espacio que genera pensamiento crítico, más que nunca, tiene que comprometerse haciendo este tipo de actividades y poniendo en la agenda no solamente una discusión, sino una problemática que merece que nos ocupemos dando debates y pidiendo por las políticas públicas, pero también desde la universidad porque no es una isla y lo que pasa en la sociedad tiene su reproducción acá adentro”.

“Es difícil dar una batalla en la militancia cuando estamos intentando sobrevivir”.

ROMINA BEHRENS, DOCENTE INVESTIGADORA

De hecho, en los considerandos de la Resolución 0379/25  de la UNPA, se señala que desde 2018 al 2025, al menos cuatro integrantes de la comunidad universitaria han muerto en manos de femicidas: la docente Zulma Malvar -sin resolver-, la estudiante Liseth Barrera -sin resolver-, la egresada Jesica Minaglia, y el 16 de mayo de 2025, la estudiante Ariana Antonella Aybar.

“Esto es un proceso del que, en algún momento, vamos a salir más fortalecidas”.

ROMINA BEHRENS, DOCENTE INVESTIGADORA

“La universidad tiene el compromiso de decir algo frente a lo que está pasando en todos los temas, pero puntualmente en este que ha tenido tantas conquistas. Ni Una Menos nace a partir de un grupo de periodistas y se hace masivo, los medios de comunicación y la mirada estratégica de algunos periodistas que trabajan cotidianamente en los medios es muy importante. Acá estamos formando comunicadores y comunicadoras, así que tiene que ser un espacio estratégico. Si en los otros lugares empezamos a perder espacios, acá no hay que dejar de generar esta perspectiva“, subrayó.

Desafíos

Sobre la situación actual de los feminismos, la docente investigadora analizó: “Hay una retirada, un poco porque hemos sido blancos del odio y de mucha violencia, eso hace que muchas nos repleguemos por autocuidado, también hemos aprendido a cuidarnos. Otro poco es porque las mujeres y las diversidades en este contexto vivimos muchísimo más esta situación de crisis, estamos sosteniendo un montón de otras cuestiones que van más allá de la cuestión de género, hay hambre, hay despidos, hay muchas mujeres y diversidades que tienen trabajos más precarizados que antes, y porque en esa situación de crisis, lamentablemente las violencias aumentan, entonces estamos en una situación de preservación absoluta y además, es difícil dar una batalla en la militancia cuando estamos intentando sobrevivir“.

Continuando, explicó que “lamentablemente en esta situación, las cuestiones de género se empiezan a correr de la prioridad con todo el sentido que tiene porque las urgencias están a la orden del día y en eso también estamos involucradas las mujeres y las disidencias, no es que ya no sufrimos más, la crisis nos impacta doblemente. Estamos dando esas batallas que son las mismas batallas que se están dando a nivel social en todos los colectivos, los médicos y las médicas en el Garrahan, los pacientes, las personas con discapacidad, jubilados y jubiladas, el sistema científico que en la universidad también nos atraviesa, y la universidad misma”.

“Exigir justicia es una manera de no ceder, de resistir desde la memoria”.

AILIN PEIRONE, DIRECTORA DE “GRITOS DE JUSTICIA POR ZULMA MALVAR”

En este sentido, Behrens manifestó: “El desafío va a ser pensarnos en un bloque mucho más integral, estamos gestándolo, creo que esto es un proceso del que, en algún momento, vamos a salir más fortalecidas”.

Por su parte, Ailin Peirone, directora del documental que abrió la jornada, señaló a La Opinión Austral: “Hace cuatro años realizamos el documental ‘Gritos de Justicia por Zulma Malvar’. La perspectiva de género atravesó todo el proceso: desde cómo nos acercamos a familia, cómo decidimos grabar, qué mostrar, a quiénes escuchar, hasta cómo difundir. No se trataba de ‘ir a grabar’ y volver, sino de quedarnos, de mirar, de conocer. Esa es una manera de hacer comunicación con perspectiva feminista: estar, sostener, no hablar por otres, sino dar lugar a las voces que históricamente fueron silenciadas”.

“La comunicación feminista viene a romper con ese silencio”.

AILIN PEIRONE, DIRECTORA DE “GRITOS DE JUSTICIA POR ZULMA MALVAR”

“Hacer comunicación con perspectiva de género implica correrse de las lógicas patriarcales que también habitan nuestros modos de producir, editar, mostrar y difundir. No es buscar la imagen más impactante ni la nota más viral, sino apostar por los relatos que incomodan, los que no entran en los moldes mediáticos, pero que son necesarios para construir sentidos más justos. La pregunta siempre es: ¿quién cuenta la historia? ¿Desde dónde? ¿A quién se escucha? En sociedades donde históricamente se han borrado las voces de mujeres, diversidades y disidencias, la comunicación feminista viene a romper con ese silencio, a crear otras narrativas posibles, más inclusivas, más honestas, más nuestras“.

Por último, en el marco de los aniversarios que este año se cumplen, Peirone expresó que “a seis años del femicidio de Zulma y a una década del primer grito de Ni Una Menos, duele saber que seguimos sin justicia. En un contexto donde se desmantelan políticas públicas el reclamo es más urgente que nunca. La violencia machista sigue existiendo, y el ajuste que estamos viviendo no es solo económico: es también un ajuste sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas. Por eso, seguir nombrando a Zulma, seguir visibilizando lo que pasó y exigir justicia es una manera de no ceder, de resistir desde la memoria“.

“Ni Una Menos no es sólo una consigna, es una práctica cotidiana que nos recuerda que cada historia contada puede encender una chispa de transformación“, cerró.