Arte, fútbol y skate, lo queer y los vínculos masculinos, se unen en la muestra que el artista Fabro Tranchida presenta en la "frontienda" de la Wunsch Gallery, un espacio ubicado en el corazón del barrio de Palermo que presenta en simultáneo la exhibición "Avant Porn", dedicada a testimoniar las derivaciones que tuvo el cine porno gay en los 70.
En la trastienda de la galería o local a la calle se presenta "Hotsa (Hagiografías de barrio) con pinturas de Fabro Tranchida (Buenos Aires, 1987), un artista autodidacta, curador y docente de historia del arte egresado de la carrera de gestión del arte y la cultura en Untref, que junto con Dante Litvak conforma el dúo Los Picoletos.
Ambos artistas comenzaron "a trabajar la cultura skater pero desde un punto de vista más queer", señala Tranchida a Télam.
Para el joven artista, la muestra que presenta en paralelo el espacio sobre el cine porno gay de la década de 1970 se relaciona con la suya, siendo el punto de conexión las revistas de la comunidad LGBT de los mismos años, como la "Gay Hotsa -del País Vasco- que traducido significa Ruido gay", mientras que en Argentina su correlato era Somos, "donde la misma comunidad advertía sobre por ejemplo ir a una determinada peluquería porque la policía te llevaba de los pelos", explica.
Pero más allá de esta coincidencia, el artista explora retratos de jóvenes con camisetas de Boca, River y un infaltable Vélez del que es hincha, como si fuera un "estudio de la vida de los santos", y afirma: "porque soy skater pero también soy profesor de historia del arte y entonces me interesa la iconografía combiné estos pequeños santos de barrio que son todos mártires".
El artista presenta además la pintura a la que llama "Siesta, sueños de amigos y hagiografías", de mayor tamaño, donde rinde tributo al artista conceptual Víctor Grippo entre otros guiños historiográficos y sitúa el número 4 de Somos, por ejemplo, al tiempo que representa un grupo de jóvenes descansando, mientras que abre historias en otras de sus acuarelas también exhibidas.
Tranchida que también trabaja con performance, fotografía y dibujo, de paso en Buenos Aires, está pintando un mural con estos "santitos" en un Club de barrio, "el Leopardi que es donde para la barra de la 12" desliza al pasar, al tiempo que afirma sobre Bilbao y la revista Hotsa: "es una ciudad pequeña con mucha rebeldía histórica, estaba (Francisco) Franco y la revista circulaba de una manera bastante libre".
"Me crié en un barrio con amigos muy de esto del fútbol, muy machirulo, entonces todo eso me quedó y trabajo con estas cosas", afirma sobre este cruce extraño, para alguien que dibuja influenciado por el mundo del animé y practica el skate. Su primera exposición individual fue en 2014 en la Fundación El Mirador de Parque Lezama, y como afirma "desde ese entonces vengo trabajando con las amistades viriles o las visibilidades masculinas desde una identidad y mirada LGTB, pero también me interesa trabajar el erotismo", concluye.
Si bien es una muestra individual, continúa una línea de trabajo en sintonía con "Los Picoletos", desde donde el dúo artístico aborda diferentes formas de pensar a los jóvenes, sus identidades y entorno, y la cultura skater y queer-punk en el marco de las artes visuales, algo que comenzaron a desarrollar desde 2016 con proyectos y exposiciones, obteniendo diversas becas y premios en Argentina y España. (Télam)
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