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La pesca argentina enfrenta escenarios de grandes dificultades ante la presión impositiva, la disparidad cambiaria, y ahora sumó un nuevo golpe con los aranceles del 10% impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
La Opinión Austral entrevistó al presidente de la Fundación Latinoamericana de Sostenibilidad Pesquera (FULASP), Raúl “Tato” Cereseto y explicó el complejo escenario del sector ante un gobierno de Javier Milei que no trabaja para dar respuestas a esta actividad productiva que genera empleo genuino y aporta dólares a la economía nacional con su marcado perfil exportador.
LOA: ¿Cómo está la actualidad de la pesca argentina?
RC: La realidad es que en campaña el actual Gobierno nacional anunció que cobrar impuestos era un robo y que había que promover la producción. El Gobierno tomó medidas con algunos sectores, por ejemplo al campo le redujeron los derechos de exportación pero con la pesca tiene un nivel de indiferencia abrumadora y el sector viene alertando que cambiaron las reglas de juego.
Hace 10 años que ajustamos salarios por inflación, pero sucede que desde el año pasado que el dólar no se mueve y es necesario cambiar ese paradigma pero no es fácil. Entonces, a medida que empresarios y trabajadores vamos adaptándonos solicitamos que se implementen medidas paliativas, por ejemplo quitar los derechos de exportación o bajar el canon de extracción.
La situación está muy compleja y tiene que ver con factores propios y ajenos. Por ejemplo, el principal cliente de la merluza argentina es Brasil, adquieren el 30% de la producción. Cada 10 kilos, 3 tienen como destino ese país. Brasil acaba de devaluar y es posible que no compre más, le quedó carísima y se suma a los aranceles de Estados Unidos.
LOA: ¿El desafío es adaptarse a estas circunstancias?
RC: Por ahora hay flotas paradas y el Gobierno nacional no hace nada, nos deja solos en la discusión. Queremos dejar en claro que el Subsecretario de Pesca de la Nación (Juan Antonio López Cazorla) nos atiende muy bien, pero sucede que no tiene las herramientas para resolver los problemas que planteamos, esas posibilidades las tiene el Ministerio de Economía -por ejemplo-, en todo este tiempo no pudimos tender puentes y no hubo reuniones con ellos.
Veíamos como la Mesa de Enlace Agropecuaria planteando sus preocupaciones y la pesca no tiene ese espacio, como si no fuese un sector importante que se deba atender.
LOA: ¿Por qué el sector pesquero no logró un espacio de diálogo con el Gobierno?
RC: Es indiferencia o discriminación, cualquiera de las dos posibilidades puede ser cierta. No se entiende porqué no estamos pudiendo tender esos puentes. Repito, planteamos los problemas en la Subsecretaría de Pesca y hubo recepción todas las veces que lo necesitamos, pero después no hay respuestas. Quizás sea por un tema fiscal. Lo cierto es que no lo sabemos. Y cada vez perdemos más competitividad, cayeron los precios internacionales, ahora suben aranceles, y monedas que se devalúan. El escenario se complica cada vez más y más. La pregunta es: ¿cómo termina esta realidad?
La flota tangonera (pesca de calamar) tiene más de 100 embarcaciones y un aproximado de 3.000 personas embarcadas, le propuso al gremio bajar los sueldos en un 30% y regresar al esquema del trabajo. El gremio respondió que de ninguna manera. Entonces, por lo menos, hay que plantear estas realidades por más que estemos solos. El combustible para las embarcaciones tiene una incidencia importante en los costos por su carga impositiva, es otra de las variables que se podría retocar.
La consecuencia natural es que la flota termina paralizada y nadie trabaja, no se está produciendo y se pelean las patronales y los gremios cuando quisimos evitarlo. En realidad, el problema podemos abordarlo entre todos poniendo cada uno de su parte, así será más fácil la solución pero no estamos encontrando el camino adecuado. A corto plazo la gente no está trabajando, no le ingresa dinero, y las economías regionales no reciben derrame de la actividad pesquera.
Esto llevará que no haya cumplimiento de los contratos con los clientes y de esta manera se desencadena una secuencia de alto riesgo y muy complejo para la actividad.
Decisiones políticas
LOA: La pregunta de diferentes sectores es si el Gobierno devalúa o no…
RC: No lo sabemos. En lo personal entiendo que no y tenemos que trabajar sobre la base que tenemos hoy. Si no habrá un ajuste de la política fiscal para el sector pesquero y no va a haber devaluación, el planteo es ¿qué hacemos en este escenario?.
La actualidad de la pesca es preocupante, hay flota paralizada, mientras la patronal y los trabajadores discuten un eventual reacomodamiento de los convenios.
LOA: Es un escenario de conflictividad muy alta
RC: Sí, firmar salarios a la baja, ¿quién quiere?. Ningún representante gremial va a decir: sí la verdad es que hay que bajar los sueldos. Es complejo.
LOA: ¿Qué porcentaje de la capacidad productiva de la pesca hoy está paralizada?
RC: Todos los recursos pesqueros argentinos anuales totalizan las 850 y 880 mil toneladas. De langostino son 250 mil toneladas en promedio, un tercio de la flota congeladora está paralizada. Un tercio de la capacidad productiva del langostino es lo que está absolutamente paralizado hoy.
LOA: La demanda estaba reacomodándose después de la pandemia, esta paralización le pega de lleno a las cuentas del Estado nacional por menos exportaciones
RC: Absolutamente. Esta situación también es atípica. Hay mucha venta, pero no hay precio. El langostino está a USD 6 mil la tonelada, se vende todo porque hay mucho pedido, se reacomodó el tablero después de la pandemia. China, redujo mucho su nivel de compra y encontramos otros mercados. Consecuencia de eso y otros factores bajó el precio, supo estar en USD 12 mil. La flota congeladora advierte que salir a pescar tiene un costo de USD 6.700 la tonelada y 6.000 la venta. Todo va a pérdida.
Por supuesto que implica menos de exportación. Argentina comercializa USD 2.000 millones, el 60% es langostino. De ese 60%, un tercio es la planta congeladora. No cierra por ningún lado.
LOA: ¿Y qué plazos manejan para poder corregir esta ecuación?
RC: Hoy los empresarios están todos convencidos de que no van a salir hasta que haya una respuesta del Gobierno o de los gremios, un ajuste. En este contexto, salir a pescar es perder plata, esto es lo estamos alertando. Será por tiempo indeterminado.
Es imprescindible que de todos los lados pongamos un poquito: gobierno, empresarios y trabajadores. Es sentarse a dialogar y encontrar soluciones.
LOA: ¿Por qué perdió la rentabilidad y competitividad la pesca argentina?
RC: La rentabilidad la perdimos porque se ajustaron todos los costos en términos de pesos (inflación) y el dólar no se movió.
Entonces, la brecha entre la variación del tipo de cambio y la inflación es superior al 93%. Entonces, los sueldos, las redes, el combustible subió por la inflación y no por el tipo de cambio del dólar. Todo sale más caro, y cambias esos USD 6 del precio del kilo, las cuentas no cierran. Hace un año recibías $1.500 y hoy $1.090. No cambiaron casi los pesos por cada kilo que vendes en dólares, pero si cambiaron los costos.
Además, cayó el precio porque hay muchos competidores que avanzaron mucho en la acuicultura. Nosotros pescamos 250.000 toneladas de camarón salvaje, y en la acuicultura producen 1.200.000 toneladas en un criadero. Tiene otros costos y otros sueldos.
LOA: ¿No hay diferencias en los precios en góndola por el costo que tiene uno y otro producto?
RC: Debería haber, de ahí viene el documental “Captura Salvaje” y que hay que comenzar a trabajar por que el consumidor no nota la diferencia, salvo la alta gastronomía. Hay que trabajar en estos aspectos comerciales claves.
Obtuvimos la certificación MSC (Marine Stewardship Council). Es muy valioso, es agregarle valor y hablar de pesca sostenible con prácticas pesqueras responsables, implica entrar a nuevos mercados y al aumentar la demanda posiblemente tendrá mejor precio. Mientras tanto, estamos trabajando para mejorar las condiciones comerciales de nuestro producto pero la macroeconomía cada día es más difícil.
Y sobre llovido mojado, Estados Unidos patea el tablero a nivel mundial e incorpora el 10% de aranceles. El importador de productos argentinos por cada USD 6 que compra la mercadería tiene que pagar USD 0.60 de arancel. Puede suceder que pague los USD 6.60 o puede presionar para que el pescado se venda a USD 5.40. Es todo a la baja y Estados Unidos hoy representa el 10% del mercado pesquero argentino.
Es una secuencia de sucesos que cada vez son más complejos. Antes de los aranceles ya había quejas y todo siguió sin cambios a pesar que tenemos un caladero muy importante y ventas buenas. Pero la estructura de costo es el gran problema.
LOA: ¿Qué pasó con el acompañamiento político regional para el sector?
RC: Me consta que el gobernador Ignacio Torres o está haciendo las gestiones y se manifestó públicamente solicitando que el Gobierno intervenga en la pesca, pero tampoco hay resultados. Es la segunda actividad productiva de Chubut.
LOA: ¿Y qué pasos van a seguir?
RC: Seguimos haciendo lo mismo, solicitamos al gobierno que nos escuchen pero el silencio de ellos retumba. Nosotros advertimos que estamos en conflicto y que deben implementar medidas paliativas.
La espera se agota y el sector pesquero argentina espera una pronta reacción del gobierno de Milei.
Milla 200, el próximo rodaje
El nieto de Mirtha Legrand, “Nacho” Viale produce “Captura Salvaje, pescando el langostino perfecto” en un acuerdo con empresarios del sector, ¿cómo sigue la producción del documental?, consultó La Opinión Austral a Raúl “Tato” Cereseto.
“El documental está concentrado en la pesca de Chubut y tiene tres objetivos: comercial, licencia social y político“, precisó.
El sector busca “hablar de la pesca del langostino salvaje en aguas cristalinas, limpias y diferenciar lo que realmente es un producto de la acuicultura que no tiene nada que ver con lo que vendemos nosotros”, además “tiene que ver con obtener mejor licencia social respecto a una actividad que tiene gran importancia en las cinco provincias que cuentan con litoral marítimo y que no está lo suficientemente apreciada por la sociedad”.
El tercer objetivo es obtener un “reconocimiento político, sucede que la pesca todavía no está en el tablero de comando, en la política, y que se tome consciencia de la importancia de mirar al mar y ver qué acciones tomar para generar más y mejor trabajo”.
En este lineamiento, el documental tiene -también- tres grandes etapas. “La primera tiene que ver con toda la actividad pesquera, ya se hizo, tuvimos un mes grabando acá en Chubut, vinieron todos los productores, un equipo muy grande, se estuvo embarcando. Ya está grabado y está en edición”.
Una segunda etapa es “filmar la pesca en la milla 200, nos tomaremos un vuelo y ir para llegar hasta esa zona. Está programado para estos próximos días”.
La tercera, se concretará en mayo próximo, y “conoceremos la parte gastronómica en Europa, se organizó una gira con la productora, y se va a ir a varios restaurantes de España e Italia que son muy reconocidos en el mundo gastronómico, donde van a cocinar el langostino y ahondaremos en todo lo relacionado al arte culinario, tiene mucho valor, van a hablar de la importancia del langostino”.
Cereseto dijo que “cuando termine toda esa grabación, entendemos que en agosto o septiembre estará publicándose en la plataforma que determine la productora”.
¿Por qué se elige Europa?, fue la consulta de La Opinión Austral. El empresario marcó en sus declaraciones que todavía el “producto argentino sigue teniendo un plus”. Señaló que “España es el primer destino de los productos pesqueros, China es el segundo, y Estados Unidos es el tercero”, “el objetivo en esta primera temporada es visitar España e Italia, son destinos pesqueros muy importantes para Argentina. Ojalá que el documental sea un éxito y que podamos hacer una segunda temporada para conocer cómo impacta en la gastronomía de Estados Unidos y la asiática. Es una gran apuesta comunicacional”.
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