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En medio de las negociaciones contrarreloj con el Fondo Monetario por un nuevo acuerdo y el necesario giro de dólares, crecen los cuestionamientos de economistas de lo más variado y de sectores productivos por el atraso cambiario.

Consciente de una discusión que trae ruido al andar económico, el presidente Javier Milei salió públicamente a criticar los cuestionamientos a su política cambiaria. “Tienen el disco rayado”, les dijo a los economistas que piden una devaluación del peso.

Milei publicó una nota de opinión en La Nación donde cuestiona cada una de las críticas y deja en claro que no devaluará. “Toda vez que el tipo de cambio real empieza a caer, igual que un disco rayado, los economistas comienzan a dar alarmas de atraso cambiario sin siquiera considerar el caso de una apreciación del peso. Sin embargo, el método que usan tiene una serie de problemas metodológicos graves”, señala Milei.

La crítica presidencial a estos economistas que encienden una luz de alarma incluye a Domingo Felipe Cavallo. Este aseguró en su blog que el tipo de cambio está atrasado en un 20 por ciento y advirtió que esa apreciación del peso es “parecida” a la que existió en los años finales de la convertibilidad. Ya sabemos como terminó todo.

Devaluar o no devaluar generó también un singular contrapunto entre Cavallo y el actual ministro de Economía, Luis Caputo. Este contrapunto público -si bien no fue cara a cara-, es inquietante, ya que se da entre el actual ministro, sobre quien Milei dijo que debería ser llevado en andas por los argentinos, y quien el presidente consideró “el mejor ministro de Economía de la historia”. ¿Entonces?

Cavallo y Caputo defienden dos posturas sobre el gran debate económico: ¿El valor del dólar con el que el gobierno está conteniendo la inflación es el real del funcionamiento de la economía y es sostenible en el tiempo?

Cavallo, quien está de acuerdo con lo medular del proyecto económico de Milei y elogia la baja inflacionaria, advierte que ni aún con los fondos que le puede dar el FMI, el gobierno tendrá reservas suficientes como para terminar con el cepo y las restricciones cambiarias sin devaluar.

Para Caputo no es así. En una entrevista con Luis Majul aseguró que “están equivocados, el tipo de cambio es un reflejo de como le va al país, si hay una apreciación del peso es porque a la Argentina le va bien”.

¿Es correcto? Discutible. La cuestión es que este precio del dólar no refleja naturalmente la situación del ingreso y salida de divisas en la Argentina. No se puede tomar como una variable que refleja el funcionamiento de la economía, ya que interviene el gobierno resignando divisas para mantener este tipo de cambio. Al haber cepo, no se sabe que requerimiento hay de divisas.

Algunos dicen que si se levanta el cepo se puede producir un salto en el dólar que lo puede llevar a 1.400, es el que estaba un año atrás. Te producirá un poco de inflación pero igual es un dólar contenido. Caputo cree lo contrario.

Sobre los miles de dólares que se pierden por el creciente turismo al exterior, Caputo señaló: “¿Es un lujo que alguien de clase media pueda veranear en Brasil?, debiera ser lo normal. Ven, ya le quemaron tanto el cerebro que creen que si la Argentina no es un país regalado en dólares no puede funcionar”.

Pero la pregunta que queda flotando: ¿Es sostenible que veranear en el Caribe sea más barato que hacerlo en la costa atlántica? Milei podría decir: ¿Quién paga esa fiesta?

Hay que preguntarse por qué Brasil se volvió tan barato cuando en realidad antes venían a comprar acá porque era más económico. ¿Nos convertimos en potencia o hay un dólar ficticio?

Cavallo dice que si salís ahora ordenadamente vas a poder hacerlo sin grandes traumas. Si no hacés eso acumulás tensiones y vas a tener un problema fuerte. Caputo insiste en que lo va a poder mantener así.

Mientras tanto, se dilata el acuerdo con el Fondo, porque el organismo rechaza cerrarlo en los términos que pretende el Gobierno. Pide otro tipo de cambio, que se acumulen reservas, para lo cual reclama la eliminación o reducción del dólar para el campo, que los dólares que pueda aportar no se usen para financiar la salida del carry trade y que el eventual arreglo sea ratificado por el Congreso.

“Los efectos reales de la apreciación exagerada del peso son fáciles de predecir. Por un lado, aumentarán las importaciones no solo de insumos y bienes de capital sino también de muchos bienes finales que sacarán de competencia a la producción nacional que no logre aumentos rápidos de productividad. A su vez, se desalentará la producción de bienes exportables, tanto del sector agropecuario como de la industria manufacturera y los servicios. En tercer lugar, el deterioro de la cuenta corriente de la balanza de pagos, hará más difícil la adquisición por parte del Tesoro de los dólares para pagar intereses, aun teniendo los pesos necesarios para comprarlos en el mercado de cambios gracias al superávit fiscal primario”, puntualizó Cavallo.

¿Quién tiene razón? ¿Cavallo o Caputo?

Un contrapunto inquietante para el futuro de la Argentina.

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