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Una mujer debió huir de Santa Cruz tras haber sufrido un abuso sexual en la infancia. La sobreviviente, que hoy tiene 24 años, estará atenta este viernes al inicio del juicio contra su agresor en la Cámara Oral de Río Gallegos.

La víctima espera una respuesta judicial desde hace casi nueve años, cuando se animó a denunciar que la pareja de su madre la sometía sexualmente desde que tenía apenas cuatro años.

Según información a la que accedió La Opinión Austral, el acusado, de apellido De la Torre, habría comenzado los abusos hace aproximadamente veinte años, en momentos en que la madre de la niña no estaba presente. Los hechos ocurrieron en viviendas de Puerto San Julián y Piedra Buena, hasta que Gabrielanombre ficticio para preservar su identidad— pudo denunciar a su agresor.

Cuando cumplió 18 años, Gabriela decidió irse de la provincia para empezar una nueva vida. Hoy es madre y vive en Chubut. Sin embargo, arrastra una pesada mochila: la espera por justicia.

Desde la denuncia han pasado ocho años. La causa fue instruida por el Juzgado de Instrucción N.º 1 de Puerto Santa Cruz y elevada a juicio hace seis. Recién este viernes comenzará el debate de valoración de pruebas contra De la Torre.

 El tribunal de la Cámara durante uno de los últimos juicios públicos que se hicieron. (FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL) El tribunal de la Cámara durante uno de los últimos juicios públicos que se hicieron. (FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL)
El tribunal de la Cámara durante uno de los últimos juicios públicos que se hicieron. (FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL)

La causa está caratulada como: “Abuso sexual con acceso carnal doblemente agravado por resultar encargado de la guarda y haber sido cometido contra un menor de 18 años, aprovechando la situación de convivencia preexistente”, una figura legal que contempla una pena de entre ocho y veinte años de prisión.

Un dato llamativo es que, si el acusado recibiera la pena máxima, esta coincidiría con el tiempo transcurrido desde el inicio del abuso: veinte años, el mismo lapso que ha marcado la vida de Gabriela.

La joven expresó su preocupación ante la posibilidad de que se acuerde un juicio abreviado, en el cual De la Torre reconocería los hechos a cambio de una condena menor, posiblemente de diez años. Por este motivo, se comunicó con este medio para hacer público su caso y adelantó que pedirá a la Justicia que no se aplique esa modalidad. “Tuve que irme porque sentía que la culpable era yo. No podía entender que todavía me lo cruzaba en la calle”, contó sobre los días posteriores a la denuncia, cuando aún era menor de edad.

La fiscal de Cámara, Verónica Zuvic, tendrá un papel importante en el juicio. (FOTO: LEANDRO FRANCO/LA OPINIÓN AUSTRAL)

Gabriela también relató que, desde la elevación a juicio, ha enfrentado dificultades. “Hasta hace dos semanas nadie se había comunicado conmigo. No sabían ni que ya no vivía en Piedra Buena”, señaló.

Otro aspecto relevante es que no ha podido contar con una representación querellante independiente, sino solo con una querella adherente, que este viernes no podrá solicitar una pena contra el acusado.

No obstante, como es su derecho, Gabriela tendrá la oportunidad de expresarse ante el tribunal, con la esperanza de que su testimonio incida en el proceso y le permita cerrar un doloroso capítulo de su vida.

El tribunal estará presidido por María Alejandra Vila, con Jorge Yance y Marcelo Bersanelli como vocales. De la Torre será defendido por la Defensoría Oficial, a cargo de Emin Charif Sat. La fiscal de Cámara, Verónica Zuvic, será quien tenga la potestad de decidir si procede o no con el juicio abreviado. “Espero que este viernes la Justicia me escuche, que se ponga en mi lugar y pueda reconsiderar la pena. Al menos, que se subsanen las grandes falencias que hubo”, expresó Gabriela a horas del debate.

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