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Lo que comenzó como un simple sarpullido derivó en un enigma médico que mantiene en vilo a su familia y a los profesionales de la salud. Con un cuadro grave y sin diagnóstico definitivo, su lucha se ha convertido en una carrera contra el tiempo.
El desconcierto
Todo empezó con lo que parecía una varicela común. Pero en cuestión de días, el estado de Noah empeoró drásticamente: hinchazón generalizada, fiebre persistente, deshidratación y una alarmante pérdida de peso. Los médicos del Hospital Regional de Río Gallegos barajaron distintas posibilidades, desde infecciones hasta la enfermedad de Kawasaki, una rara afección inflamatoria que afecta a los vasos sanguíneos. Sin embargo, tras múltiples estudios, esa hipótesis fue descartada este martes, dejando más incógnitas que respuestas.
“Nos dijeron varicela, después Kawasaki, y luego otras cosas, pero hasta hoy no saben con certeza qué tiene”, relató Alan González, el padre de Noah, con voz entrecortada. La incertidumbre es tan angustiante como el cuadro clínico: el viernes pasado, el pequeño fue intervenido para colocarle una vía central al corazón, un procedimiento crítico que permitió estabilizarlo parcialmente.
La odisea de la derivación
La derivación a Buenos Aires, autorizada recién para este domingo, llegó tras días de insistencia familiar y médica. Pero el traslado es solo el primer paso: la obra social no cubre la totalidad de los medicamentos ni una eventual cirugía, lo que obligó a la familia a organizar rifas, colectas y ventas de pastelitos en distintas ciudades.
“Estamos desesperados, pero también agradecidos por la ayuda de la gente“, confesó Alan, quien ya se encuentra en Buenos Aires esperando a su hijo. La solidaridad, esa que se activa en las peores crisis, ya comenzó a moverse.
Un rayo de esperanza
Este martes, un mensaje en las redes sociales de la familia trajo alivio: “Hoy tenemos una hermosa noticia: Noah está mucho mejor. Se descartó la enfermedad de Kawasaki. ¡Un día de buenas noticias!”. Sin embargo, el camino sigue siendo largo. Mientras los especialistas en la capital intentan descifrar el misterio detrás de su condición, la familia no baja los brazos.
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