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En dos semanas en la Capilla principal de la Basílica de San Pedro, el papa Francisco celebrará la misa y canonización de Mama Antula.

A consecuencia del milagro de Mama Antula, laica consagrada y fundadora de la Casa de Ejercicios Espirituales de Buenos Aires, volverán a encontrarse Claudio Perusini, el docente jubilado de Santa Cruz que vive gracias al milagro, su amigo el obispo Ernesto Giobando, y el papa Francisco, quien como jesuita acompañó el camino de ambos en la década de los setenta.

DÍA DE MAMA ANTULA. El 7 de marzo de 2023, monseñor Ernesto Giobando celebrando misa en la Basílica “Nuestra Señora de la Piedad” en el día de la fiesta litúrgica de Mama Antula. Foto: gentileza Ernesto Giobando

“A Claudio lo conozco desde hace 50 años, hicimos juntos gran parte de la secundaria, fuimos compañeros y amigos en el Colegio de la Inmaculada Concepción de los jesuitas en Santa Fe. En cuarto año hicimos unos ejercicios espirituales y tanto a él, como a mí y a otros más se nos encendió esta vocación, ahí empezamos a compartir y formamos el ‘grupo apostólico’, comenzamos a tener charlas con los jesuitas sobre espiritualidad y oración. También dábamos catequesis, empecé a dar catequesis en la parroquia de Claudio, en Guadalupe”, comienza a contar Ernesto Giobando (65), obispo auxiliar de Buenos Aires, administrador apostólico de Mar del Plata y actor de la causa de Mama Antula, a La Opinión Austral.

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REENCUENTRO. Claudio Perusini, Cecilio Galarreta, Marcos Arteaga, Hugo Popelka, Ernesto Giobando, Marcelo Codesal y Lucas Bielsa, en noviembre de 2017, en el encuentro de exalumnos. Foto: gentileza familia Perusini

Tiempo después, en Alto Verde realizaron el prenoviciado que en aquel entonces duraba un año. “Era el tiempo de espera para entrar al noviciado, ahí conocimos a Bergoglio, teníamos 15 años y empezamos a tener una amistad también desde nuestra vivencia espiritual y vocacional. Claudio entró en octubre del ’78 y yo, en diciembre”.

Claudio quería ser sacerdote, pero Bergoglio le decía que ese no era su camino, hasta que finalmente el santafesino desistió. En 1989 viajó a Santa Cruz, donde conoció a María Laura Baranda, junto a quien formó su familia en Río Gallegos.

El 3 de mayo de 2014 en la catedral de Buenos Aires, Giobando fue ordenado obispo auxiliar por Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires. Su amigo viajó más de 2 mil kilómetros en colectivo para acompañarlo. “Fue una alegría enorme que él estuviera presente”, recuerda.

La intercesión

Tras la reunión al cumplirse 25 años de la Promoción 1977 y la ordenación de Giobando en 2014, se preveía para 2017 una nueva reunión de exalumnos a 40 años del egreso.

El 25 de julio de 2017 estando de visita en Santa Fe, Claudio sufrió un accidente cerebrovascular con un pronóstico poco auspicioso.

“Me llama su esposa, y me dice: ‘Mirá lo que le pasó a Claudio, estamos desesperados’. Agarré el auto y me fui a Santa Fe, directamente al Hospital Cullen, estuve rezando allí por Claudio, le encomendé a Mama Antula, le dije a los enfermeros que estaban en la sala: ‘Récenle a esta próxima santa que es muy intercesora’ y le dejé una estampa debajo del monitor donde estaban sus niveles. Me quedé un rato con él, recé, le pedí al Señor que lo curara, que es tan buena gente, tan buen hombre y si era voluntad de Dios, con la intercesión de Mama Antula, que hiciera lo que tenga que hacer”.

“Estábamos felices de ver a Claudio sentado, comiendo y participando”.

ERNESTO GIOBANDO, OBISPO AUXILIAR DE BUENOS AIRES

Al salir del hospital, monseñor Giobando fue a ver a “Marilú“, la mamá de Claudio. También estaban María Laura y sus dos hijos. “Les di las estampas y le dije: ‘Hoy tenemos que empezar a rezar a Mama Antula. Ellos no sabían de su existencia, tampoco Claudio”.

Al día siguiente de su viaje a Santa Fe, Giobando fue a la Basílica de Nuestra Señora de la Piedad y le pidió a Mama Antula. “‘Si Claudio se tiene que recuperar lo dejo en tus manos'”, recuerda que le dijo y a la par, cuenta: “Le pedí a mucha gente que rezara, hubo gente que rezó la novena, algunos apoyaron la reliquia sobre la foto de Claudio, hubo muchos testimonios que están dentro del proceso que se hizo para el posible milagro, que ya lo es”.

Sobre Mama Antula, comenta que “en la compañía, sabíamos que había existido esta mujer, un profesor de historia, el padre Ignacio Pérez Del Viso (NdR. fue vicepostulador de la causa) nos hablaba de ella. Después fui a vivir en la misma comunidad que el padre Ignacio y ahí me contó muchísimo. Fue un gran promotor de la causa”.

“Veo un gesto de misericordia, de ternura de Dios para con todos nosotros”.
ERNESTO GIOBANDO, OBISPO AUXILIAR DE BUENOS AIRES

En 1992, Bergoglio, entonces obispo auxiliar de Buenos Aires, “comienza a dar ejercicios una vez por mes en la Santa Casa, ese mismo año me destinaron a Buenos Aires y en el ’93, seguí dando los ejercicios de un día en la Santa Casa, durante varios años, ahí conocí mucho más, y gracias a que las hermanas me invitaron, fui capellán de un colegio de ellas en San Fernando. Me empapé bien, fui conociendo y leyendo sobre Mama Antula”.

Monseñor Giobando dice: “Claudio es un amigo, es un hermano, yo pedía como se pide por un amigo y un hermano que el señor lo sanara si eso es voluntad de Dios. Me ha tocado visitar a muchos enfermos y algunos parten, porque es el momento y otros se recuperan con la intercesión de Dios, de los Santos y a veces también por la misma evolución de la enfermedad. En este caso, los médicos dijeron que era irreversible. Un médico me mostró las tomografías que le hicieron a Claudio después del accidente y me dijo: ‘Todo esto que ves aquí de un color determinado, son todos infartos’. Yo no sé cómo Claudio está vivo. A pocos meses del ACV, en noviembre, nos reunimos con toda la promoción por los 40 años y estábamos realmente felices de ver a Claudio sentado, comiendo, participando. Para todos fue una emoción inmensa tenerlo de vuelta”.

Egresados de la Promoción 1977 en la Iglesia de Nuestra Señora de los Milagros en Santa Fe. Foto: gentileza familia Perusini

Los primeros detalles de lo sucedido fueron enviados a Roma donde el Dicasterio para la Causa de los Santos lo analizó, a partir de allí, en 2018 inició el proceso diocesano en Santa Fe, donde habían tenido lugar los hechos.

“Las causas tienen un tiempo muy particular, no es un tiempo preestablecido”, señala Giobando y suma que “la clave es la consulta médica oficial final, es la que abre la posibilidad de canonización”.

La noticia de la canonización, reconoce, “fue impresionante porque estoy trabajando en esta causa hace muchos años. Ocurre este hecho que a un amigo le toca recibir la gracia de Dios, la canoniza el papa Francisco y que el merecedor de esta gracia haya sido Claudio, antiguo alumno del papa que fue el que lo admitió a la compañía, el que diseñó el camino que iba a seguir Claudio, no es una persona más de todos los católicos, es una gracia muy particular, por eso lo veo como un gesto de misericordia, de ternura de Dios para con todos, es algo muy especial. Lo veo como un gesto del infinito amor de Dios en todas las personas involucradas”.

Una fiesta

Las comunidades de Santiago del Estero, donde nació Mama Antula, y de Buenos Aires, donde se encuentran sus restos, se están preparando para la jornada histórica del 11 de febrero.

Es un tiempo muy lindo para rezar, para conocer más a fondo a Mama Antula, van a ser días muy lindos. Además estaremos en Carnaval y la gente se acuesta tarde, así no va a haber ningún inconveniente de esperar hasta las 5:30 para la misa que se transmitirá desde el Vaticano”, menciona risueño.

Habrá vigilias, procesiones y presentaciones musicales. “Es una fiesta, la santidad es un regalo enorme. Todos los pueblos tienen a su santo. San Juan Bosco en la Patagonia, tan metido a fuego adentro de la gente, San Cayetano, la Virgen y ahora tenemos a Mama Antula, es una gracia de Dios. Se vive como una fiesta“.

Para monseñor Giobando será la primera vez que asista a una canonización.

Sobre cómo se desarrollará, reseña que se dará lectura al decreto de canonización, se exhibe una imagen de la santa y también se lee una breve síntesis de su vida. “Luego se hace una procesión con la reliquia de la santa que es un pedacito de hueso de su cuerpo bendito que se guardó cuando se exhumaron los restos, y se coloca una flor y una vela”.

INSTITUCIÓN JESUITA. El Colegio de la Inmaculada Concepción en Santa Fe, institución jesuita, al que asistieron Claudio Perusini y Ernesto Giobando y en el que enseñó y residió Jorge Bergoglio, hoy Francisco.

Después, se celebra la misa y se hace la procesión de ofrendas “Si Dios quiere la familia de Claudio hará la procesión de ofrendas, Claudio, María Laura y sus dos hijos, me parece que eso va a ser muy muy fuerte, que el papa pueda recibir las ofrendas. Un mar de lágrimas”.

Anhela también la posibilidad de un encuentro con Francisco. “Ojalá el papa nos de una audiencia para que todos los peregrinos de Argentina podamos estar un ratito con él. Al día siguiente, habrá una misa de acción de gracias en la Iglesia Argentina, la sede de la Iglesia Argentina en Roma”.

Mujer extraordinaria

A la hora de hablar de Mama Antula, Monseñor Giobando destaca que “entregó su vida para que la memoria de los jesuitas y de los ejercicios espirituales y de San Ignacio de Loyola no se perdiera cuando ellos estaban expulsados. Según los caminos de Dios le toca a un jesuita tener que llevar adelante este proceso, es como que en la vida todo va y viene”, y continúa diciendo que “cuando uno profundiza en la vida de esta mujer, lee sus cartas, que son muchas, las que ella escribió y las que se escribieron sobre ella, nos da la pauta de que acá hay una mujer extraordinaria, alguien que sobresale entre las mujeres del Siglo 18″.

“Mama Antula tuvo una profunda sensibilidad con las mujeres”.
ERNESTO GIOBANDO, OBISPO AUXILIAR DE BUENOS AIRES

Es una mujer que tiene una gran fortaleza interior, caminó miles de kilómetros descalza con su báculo, con su morral y con el libro de los ejercicios y pidió permiso a todos los obispos y gobernadores para que siguieran los ejercicios, dejó encendida la memoria de los jesuitas de San Ignacio cuando todos querían apagar a la compañía y desterrarlos, como de hecho ocurrió. Entregó su vida para que los más pobres, también los ricos y todos los de buena voluntad tuvieran la posibilidad de hacer los ejercicios, fue la que recogió en la calle a personas destruidas, pobres, esclavas, mulatos, mulatas y los llevó a la Santa Casa en Buenos Aires. Siempre había un lugar para las refugiadas, para las más pobres, para las que no tenían hogar y eran mujeres, con lo cual también estamos hablando de una mujer que tuvo una profunda sensibilidad con las mujeres en cuanto a la dejadez de sus derechos. En una sociedad como era la de entonces muy patriarcal, la mujer no tenía un rol tan grande en decisiones y menos eclesial, pero Mama Antula lo tuvo porque se daban cuenta que estaban delante de una mujer de una talla inmensa que nadie podía contradecir”.

“Que el papa venga sería una gran alegría, lo estamos esperando”.
ERNESTO GIOBANDO, OBISPO AUXILIAR DE BUENOS AIRES

Es de destacar que a la canonización asistirá el presidente Javier Milei y, al día siguiente, será recibido por el sumo pontífice. Ante la posible visita de Francisco al país, Giobando expresa: “Que el papa venga a Argentina sería una gran alegría, lo estamos esperando hace 10 años. Ya es una alegría que haya dicho que quería venir y es una alegría que lo hayan invitado formalmente. El presidente recibió una llamada del papa apenas fue elegido y creo que eso trajo mucha calma a las relaciones iglesia y Estado. Es un hecho histórico, no vamos a tener otro papa argentino quizás por mucho tiempo“.

“Todos los obispos estamos esperándolo con los brazos abiertos. Cada obispo es pastor de un rebaño y ese rebaño también lo está esperando, el pueblo lo está esperando. Ojalá que sean días de mucha bendición y de unión para Argentina porque seguir divididos como está el país, es un lujo que no nos podemos dar. Cuando hay tanta miseria, tanta pobreza y tantas necesidades tenemos que trabajar juntos, será de una manera o de otra, hay que pensar una ley o repensarla, pero hay que sacar adelante este país. Poner la buena voluntad para sacar adelante a nuestra Patria, como la puso Mama Antula“, cierra.

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