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Los jueces María Alejandra Vila, Jorge Yance y Marcelo Bersanelli están deliberando y, el próximo siete de mayo, darán a conocer su veredicto en torno a un brutal crimen.
Se trata del caso de Brianna Matulich, la adolescente que fue embestida, arrastrada y atropellada por una camioneta en la madrugada del 31 de diciembre de 2023. Por este hecho, el acusado podría recibir una pena de entre tres y veinte años de prisión, según la calificación legal que elija el tribunal.


“Lo importante de este juicio va a ser el encuadre, y eso puede generar controversia”, adelantó una fuente judicial a este comunicador, en la previa al debate de valoración de pruebas al que fue sometido Esteban González, el empleado bancario procesado por “homicidio simple con dolo eventual en concurso ideal con lesiones graves con dolo eventual“.
Entre el lunes y el miércoles, González dio su versión de los hechos y se reprodujeron pruebas a partir de testimonios y del trabajo realizado por los peritos que intervinieron en la instrucción de la causa.
González mató a Brianna. De eso no hay dudas. Quedó demostrado cuando él mismo se ubicó en la escena del crimen, admitió que sólo vio tierra y humo, y reconoció haber huido “por miedo”, como declaró el primer día del juicio.
El trabajo del médico forense Francisco Echandí, quien realizó la autopsia, también evidenció la brutalidad con la que el hombre embistió y arrastró a la adolescente con una fuerza de 111G. Lo mismo fue determinado por Celia Saucedo, quien, mediante cálculos matemáticos, concluyó que la camioneta circulaba a, por lo menos, 120 km/h.
Por otro lado, los testimonios de varios taxistas coincidieron en la secuencia previa al impacto, la huida de González y el intento de esconder su camioneta en la explanada de su casa. “¿Tanto problema por haber atropellado a un perro?”, recordaron dos trabajadores del volante que dijo el acusado cuando era trasladado de su vivienda a un patrullero de la Policía de Santa Cruz, durante una de las jornadas del juicio.
El debate fue claro. En distintos tramos se confirmó la participación del empleado bancario en el hecho. Incluso él mismo admitió que había comenzado a beber alcohol la noche anterior, luego de terminar de limpiar su casa con su pareja. Los registros fílmicos secuestrados y analizados por el personal de la División de Investigaciones (DDI) también fueron concluyentes, mostrando a González caminando tambaleante en el centro y luego circular a alta velocidad.
“Para nosotros era un sábado normal”, aseguró, sin saber que, horas después, sería responsable de quitarle la vida a una menor de edad en un hecho completamente evitable. Volviendo al testimonio de Saucedo, consultada por la fiscal de Cámara, la perito indicó que si González hubiera ido a la velocidad máxima permitida (60 km/h), Brianna, Thiago y Priscila podrían haberse apartado a tiempo.
Otra prueba que robusteció la responsabilidad de González fueron los restos óseos y dentales de Brianna esparcidos a lo largo de la autovía 17 de Octubre, además del aro que quedó incrustado en el parabrisas de la camioneta Ford EcoSport.
La estrategia del abogado defensor, Fernando Rocha, fue cambiante. Primero pidió la impugnación de la pericia psicológica a su cliente, pero luego optó por no hacer preguntas cuando Damián Ricardo, perito del Cuerpo Psicológico del Poder Judicial, fue citado a declarar. Más adelante, tras el alegato de la fiscal, consideró que el camino estaba “allanado” y solicitó una pena mínima para González.
Para Matías Solano y Karen Cader, representantes legales de la familia Matulich, no hubo dudas: se trató de un homicidio simple con dolo eventual. Durante su alegato, Solano hizo énfasis en que el acusado “estaba en un estado de consciencia plena, que conducía desde hace años en Río Gallegos y conocía la problemática y el peligro que representa la autovía 17 de Octubre, donde las personas suelen cruzar a pie”.
“Para nosotros iba bien, pero después no”, dijo Jorge Matulich, padre de Brianna, a La Opinión Austral, luego del alegato de la fiscal Verónica Zuvic. La representante del Ministerio Público cargó con dureza contra González, llegando a afirmar que “vino a reírse de nosotros, diciendo que no se había dado cuenta de que llevaba a una piba arriba del capó durante varios metros”.
No obstante, según el criterio de la fiscal, este caso no encuadraría como homicidio simple con dolo eventual, sino como homicidio culposo agravado. Esta postura cayó como un baldazo de agua fría para la familia Matulich, ya que esta última calificación contempla penas de entre tres y seis años, mientras que la primera prevé de ocho a veinticinco.
El ¿controvertido? artículo
“Acá el problema es que las penas quedaron bajas para este tipo de hechos”, comentó un abogado consultado sobre el caso de Brianna, comparándolo con el de Rodrigo “Cokito” Oyarzo, un joven que también perdió la vida en un incidente vial en la capital santacruceña.
El artículo 84 bis no contempla la acumulación de agravantes, sino que establece que la pena puede elevarse de tres a seis años si el conductor se da a la fuga, no intenta socorrer a la víctima o conduce bajo efectos de sustancias o a exceso de velocidad.
González incumplió todos los agravantes, pero la ley no permite sumarlos. Zuvic, como representante de los intereses del Estado, tiene el deber de objetividad y de ajustarse estrictamente a lo que permite la norma. Para la fiscal, la determinación de la pena es una cuestión “netamente jurídica y técnica”, y aclaró que el monto solicitado no refleja, de ninguna manera, el valor de la vida de Brianna ni las lesiones de Priscila. “Entiendo la indignación de la familia, pero debe prevalecer la objetividad”, expresó Zuvic en declaraciones a LU12 AM680 este viernes.
Un debate necesario
En un debate que debe darse en la sociedad, es cierto que algunas penas pueden parecer bajas. Pero en un escenario hipotético en el que se agraven las penas para los hechos culposos, ¿qué sucedería con las escalas penales para los delitos dolosos? La comunidad podría ingresar en un espiral de punitivismo con consecuencias graves.
Por otro lado, las familias del dolor, presentes en los estudios de LU12 AM680, visibilizaron sus reclamos y podrían solicitar a los legisladores un cambio en el Código Penal para endurecer las penas en este tipo de hechos.
Lo cierto es que, luego de las extensas jornadas de debate de la semana pasada, el próximo siete de mayo, todos los ojos estarán puestos en la Cámara Oral y, más precisamente, en los jueces, cuando al mediodía den a conocer su veredicto.
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