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Desde Caleta Olivia, referentes del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) informaron que la problemática en el sector pesquero no es exclusiva de una región, sino que tiene un impacto a nivel nacional. Carlos, uno de los delegados, explicó a La Opinión Austral: “Son bastantes los trabajadores afectados. Un barco colorado, fresquero, tiene una tripulación de entre 10 y 12 tripulantes, y son muchos los barcos que trabajan en esta zona. Algunos respetan el convenio, otros no, y esto afecta directamente a la economía familiar de los marineros.”

Cabe recordar que la flota fresquera de altura está, en este momento, en conciliación obligatoria, luego que fracasara la negociación salarial y el viernes el SOMU lanzara un paro nacional.

“Si bien hay un convenio, que es el 708, para la flota fresquera, no lo están aplicando o lo están mal aplicando y se ve perjudicada toda la gente del mar” indicaron

Una solución difícil

Miguel, otro de los referentes, se refirió a la problemática con las empresas congeladoras, que procesan langostino a bordo. “Hoy las empresas proponen bajar un 30% los salarios, lo cual va en contra de los derechos laborales. El artículo 7 de la ley contra el trabajo establece que no se pueden firmar condiciones menos favorables, pero no respetan ni eso,” afirmó.

Además, se denunció que, en general, las liquidaciones de sueldo y beneficios sociales no se cumplen en tiempo ni forma, poniendo en riesgo derechos fundamentales de los trabajadores, como las vacaciones, francos y aguinaldo.

El reclamo de la flota amarilla

En paralelo al conflicto nacional, en Caleta Olivia se viene reclamando por la falta de un convenio colectivo de trabajo para la flota amarilla. Es una problemática estructural que, según los referentes, perpetúa la vulneración de derechos.

“Hace más de 20 años que no tenemos nada firmado,  se está apagando en negro y no hay un marco regulatorio”, señalaron los referentes del SOMU.

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El conflicto de la pesca también alcanza a Caleta Paula.

El impacto en los marineros y sus familias

Los referentes enfatizaron el riesgo y las dificultades que enfrentan día a día los trabajadores. La inseguridad laboral, la precarización y la ausencia de un marco regulatorio justo afectan no solo a los marineros, sino también a sus familias.

“Dejamos nuestra familia, arriesgamos nuestras vidas, y muchas veces cobramos en negro. Cuando nos jubilamos, no tenemos aportes ni una pensión digna” sostuvo Carlos. Además, resaltó que en caso de accidentes laborales graves, los pagos son mínimos y no cubren las necesidades del trabajador ni de su familia.

Propuestas y espera de una solución 

A pesar de las dificultades, los dirigentes sindicales mantienen la expectativa de que, con la intervención de las autoridades provinciales, se pueda lograr resolver la situación, en particular de la Flota Amarilla. “Estamos trabajando en un borrador para un acta acuerdo que garantice derechos fundamentales como vacaciones, aguinaldo y francos. Queremos que la flota amarilla tenga un convenio colectivo de trabajo, porque es un derecho que merecen los trabajadores,” explicó Miguel.

Las reuniones con las autoridades están en agenda, y los referentes expresaron su confianza en que, con voluntad política, se logrará un acuerdo que proteja a los marineros y ponga fin a décadas de vulneraciones.

La necesidad de un compromiso real

Los referentes del SOMU de Caleta Olivia hicieron un llamado a las autoridades provinciales y nacionales para que asuman su responsabilidad y protejan a quienes trabajan en condiciones extremas en la pesca.

“Nosotros vivimos aquí, pagamos impuestos, nuestros hijos estudian acá, y no pedimos más que justicia y respeto por nuestros derechos,” concluyó Carlos. La esperanza de ellos, está puesta en que la voluntad política se traduzca en hechos concretos que mejoren las condiciones laborales en el sector pesquero y garanticen un futuro digno para sus trabajadores.

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