Your browser doesn’t support HTML5 audio
Jorge García Cuerva entró al arzobispado con la misma tranquilidad con que lo hacía en el Obispado de Río Gallegos, donde estuvo como obispo antes de ser designado como arzobispo de Buenos Aires. Jeans, mocasines marrones, suéter azul, anteojos. Y saludando a todos.
La Opinión Austral estaba ahí. Hubo un saludo, apretón de manos y un fuerte abrazo.

Había caminado unos metros desde la catedral. Iba a ser de nuevo protagonista en nombre de su amigo, el papa Francisco.
La conferencia de este lunes 21 de abril no fue una más. Periodistas de todo el mundo lo esperaban en la sala del Arzobispado de Buenos Aires, en Rivadavia 415. A las 10:30 estaba listo.
Imparable. Casi dos horas después de haber dado la misa en la catedral, donde, conmovido, habló de Francisco como nunca, ratificó y reiteró en palabras lo que siempre dijo su amigo.
Rodeado por otros obispos y por muchos micrófonos, se lo notó entero por fuera, pero estrujado su corazón. Mientras el mate pasaba de mano en mano. En sus ojos se veía el dolor. Su voz a veces se quebró. En cada frase destilaba amor, gratitud y enarbolaba la bandera de la unidad, que no era el momento de peleas y distanciamiento.
Mientras hablaba, miles fieles en todo el país y en el mundo tenían al papa en sus oraciones, en las charlas de café, en cada hogar, en cada lugar donde hay vida. En miles de escuelas y parroquias, en cualquier lugar donde hay fe, se rezó, se reza y se rezará. Piden por él. Pedimos por él.
El lavado de pies, de Jorge a Jorge
Casi sin quererlo, las imágenes de Semana Santa, lavando los pies a decenas de fieles, hicieron recordar, más que nunca, lo que siempre Jorge Bergoglio hizo cuando estaba a cargo del arzobispado.
Los pies, el agua, la fe, la escena de lavado es una imagen familiarizada en La Opinión Austral. Siempre se le dio cobertura a tan sublime ceremonia.
Como antes Bergoglio, como hace unos días García Cuerva, la fe depositada en esas manos para dar un mensaje de estar con el otro, ayudar, consolar, proteger, dar ánimo. Hacer visibles a los más necesitados.
El shock de la muerte
Por el horario en que se conoció su muerte, para millones de argentinos fue un amanecer conmovedor. En shock. Hubo llantos, abrazos, gritos: “¡Murió el papa!”. No alcanzaron los dedos para escribir los mensajes.
Jorge Bergoglio pasaba a ser el papa que puso el nombre de Argentina en lo más alto. Esta vez no fue el fútbol, ni el tenis, básquet, automovilismo, boxeo o un Premio Nobel. Fue la fe. Su figura enalteció valores y crecen, aparecen y ya se sabrá más de los milagros del papa Francisco.
Jorge García Cuerva contó cómo le sonaba el celular a la madrugada y le titilaban las luces de la pantalla.
Sabe, como se lo confesó a La Opinión Austral, de los llamados que Bergoglio le hacía en cualquier momento: sólo quería saber cómo estaba y pedía que rezaran por él.
Hoy, más que nunca, todos rezamos por él.
Este lunes, Jorge García Cuerva, después de la conferencia y de dar todas las respuestas, invitó a un rezo entre todos (periodistas, camarógrafos y fotógrafos e invitados). El Padre Nuestro y el Ave María llegaron a todos los corazones.
Detrás del arzobispo, arriba, un cuadro con la foto del papa. Desde ahí, Bergoglio miraba cómo en su casa, en el arzobispado, donde estuvo antes de irse a Roma, rezaban, rezamos todos por él.
Luego, García Cuerva caminó unos pasos. Dejó la sala para empezar una nueva reunión con los obispos. Y ahí estaba La Opinión Austral. En sus ojos había paz. Casi como un mandato divino, la vida quiso que él fuera el designado para liderar la despedida en Argentina.
Saludo, apretón de manos, abrazo y una frase: “Gracias La Opinión Austral, gracias de corazón”.
Leé más notas de Hugo Ferrer
Noticias relacionadas

El día que el Papa Francisco envió una carta a Santa Cruz por los 500 años de la primera misa en Argentina

Obispo García Cuerva: “Al Papa hay que leerlo y escucharlo más”

Muerte del papa Francisco: Jorge García Cuerva ofició una misa en la Catedral de Buenos Aires

Murió a los 88 años el papa Francisco: dolor en el mundo
Compartir esta noticia
Dejanos tu comentario