En el Monumento a la Mujer en Río Gallegos y en la Residencia Universitaria Hotel Colón en Puerto San Julián, este lunes se conmemoraron 103 años del día en el que cinco trabajadoras sexuales se negaron a atender a soldados del Ejército Argentino.
“Después de haber cumplido la misión que era la persecución y el fusilamiento a los huelguistas que reclamaban sus condiciones laborales, por orden del teniente coronel Varela, los soldados se fueron a descansar y eligieron los prostíbulos”, repasó Romina Behrens, docente investigadora de la UNPA e integrante de la Comisión Las Putas de San Julián, en Radio LU12 AM680.
“Estas cinco mujeres, sabiendo lo que estaba pasando, les dicen no y por eso pasan a la historia, es lo que se llama un choque de poder, se enfrentan al poder y eso hace que quede en el registro como un hecho de ofensa a la autoridad. Lo cuenta Osvaldo Bayer, los soldados se mueren de risa y ellas, convencidísimas, salen con palos y escobas a echarlos y a decirles que con asesinos no se iban a acostar“, completó sobre “Las putas de San Julián”.
Como consecuencia, las mujeres son arrestadas y trasladadas a la comisaría. “Los registros hablan de cierta violencia hacia ellas, tal es así que desaparecieron, no hay datos de cómo siguieron sus caminos, excepto por Maud Foster, su cuerpo descansa en el cementerio, ella volvió 30 años después al mismo prostíbulo a trabajar como encargada”, acotó.
La acción de Maud Foster, Ángela Fortunato, Consuelo García, María Juliache y Amalia Rodríguez, sostiene Behrens, “no es solamente un acto de valentía y heroísmo, sino también que las mujeres podemos decir ‘no’ y cuando hablamos del #NiUnaMenos, #NoEsNo y de todo ese movimiento que hemos visto en los últimos años dentro de lo que es el feminismo, nosotras decimos que ahí hay un primer registro de una gesta feminista en aquel prostíbulo del año 22“.
Violencias
Ampliando la mirada, Behrens apuntó que también se trata de tomar conciencia que la violencia institucional que recibieron las putas de San Julián “se repite 103 años después, no sólo en la estigmatización que se presenta dentro de sus familias, barrios o al llevar a sus hijos a la escuela, sino también tienen que lidiar con los controles policiales que muchas veces son excesivos y se cometen actos de violencia institucional“.
“El ejercicio de la memoria hace que no quede en el olvido”.GEORGINA ORELLANO
“Lo que está en juego son las condiciones laborales que tienen y por más que discutamos si es o no un trabajo, nadie puede recibir violencia y sin embargo, ellas la reciben“, señaló y retomó la importancia de “entender que su realidad es precaria porque no está contemplada bajo ningún derecho y eso es un problema para sus vidas”.
Por su parte, la presidenta del Concejo Deliberante, Sol Kamu, sostuvo que “es sumamente importante poder seguir recordando estas fechas que marcaron la historia, más aún en el contexto en el que nos encontramos. Las mujeres tienen que seguir alzando la voz y luchando por la igualdad que se sigue pidiendo día a día”.
En tanto que Georgina Orellano, secretaria general de AMMAR, quien participó en los actos, manifestó al móvil de La Opinión Austral: “Para nosotras es muy importante que el Municipio por primera vez conmemore y homenajee a las cinco prostitutas que hace 103 años se negaron a atender y a ofrecer sus servicios a los soldados que habían fusilado a los trabajadores rurales que se habían alzado en huelga”.
“El ejercicio de la memoria hace que no quede en el olvido“, valoró y apuntó a “enmarcarlo hoy, en un contexto de recesión de derechos, donde hay muchos trabajadores y trabajadoras que están perdiendo sus puestos de trabajo, que también se alzan en huelga, que también quieren mejores condiciones laborales y que no se cierren sus puestos de trabajo”.
“Recordar a las compañeras que se negaron a ofrecer los servicios es seguir poniendo en agenda que es importante la unidad de la clase trabajadora y tener conciencia de clase y no soltarse la mano en un contexto donde todo el tiempo te meten en la cabeza que el individualismo es la salida”, remarcó.
“Recordar a estas cinco compañeras también es sentir que no se tienen que romper los lazos de solidaridad entre trabajadores y trabajadoras. No retroceder y no dejar de tenderse las manos los unos a los otros, ser solidaria, no callarse, poner el cuerpo, decir ‘no’, poner los límites cuando te solidarizás con otro que está pasando al igual que vos una precarización laboral, ese es el ejemplo que tenemos que recuperar de las prostitutas de San Julián, tener solidaridad de clase”, cerró Orellano.
Leé más notas de La Opinión Austral
Noticias relacionadas

A 103 años del acto de rebeldía de “Las putas de San Julián”

Homenaje en el cementerio de Río Gallegos: “Nos convocamos bajo la consigna de sostener la memoria de Zacarías Gracián”

Néstor Daffinoti a 103 años de las Huelgas Patagónicas : “El esfuerzo lo vamos a seguir haciendo para mantener viva la memoria y para que la verdad siga siendo indiscutida”
Compartir esta noticia
Dejanos tu comentario